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Juan Del Águila

'Hay que apartar las razones localistas en las fusiones'

Mientras el sector de las cajas rurales avanza en su integración, Cajamar tiene sus propios planes: fusionarse con la Rural del Duero y seguir expandiéndose

Miguel Moreno Mendieta

Cajamar, fruto de la unión de las rurales de Almería y Málaga se ha hecho mayor. En cinco años, su red ha pasado de 500 a casi 800 oficinas, cuenta con un millón de clientes y maneja un balance de 14.200 millones de euros. Este crecimiento 'valiente', según su presidente, Juan del Águila, no se detiene. Mientras el sector debate sobre la consolidación de sus balances, Cajamar planea nuevas fusiones.

Cajamar y la Caja Rural del Duero han mantenido conversaciones para su fusión, ¿en qué fase están las negociaciones?

Hemos mantenido conversaciones preliminares, después de la cuales Caja Rural del Duero decidió abrir un periodo de reflexión. Si en algún momento estiman conveniente unirse a Cajamar por las ventajas que les puede reportar lo comunicarán con total transparencia.

La Junta de Castilla y León y organizaciones empresariales han mostrado su rechazo a la operación...

Lo único que quieren es proteger los intereses económicos y sociales de su región. Aún así, es sorprendente que ante unos meros contactos preliminares se viertan tantas opiniones. Es preciso apartar consideraciones localistas, que poco ayudan al mercado único. La fusión de Caja Rural del Duero y Cajamar no se haría para restar y dividir sino para sumar y multiplicar. El propósito que nos une es el de crecer y ganar en fortaleza financiera, sumando recursos e inversiones, en beneficio de la economía de Castilla y León.

La fusión de las rurales de Almería y Málaga, aportó evidentes sinergias. ¿Qué ventajas tiene esta nueva operación?

Cualquier fusión entre cooperativas es positiva si responde a criterios empresariales y de mercado. Para Cajamar supondría una oportunidad porque diversificaría su actividad en nuevas provincias y para la Rural del Duero, porque vería incrementados sus recursos y su capacidad inversora.

Entablar conversaciones con una caja rural de otra autonomía, ¿no va a aumentar las suspicacias contra Cajamar en el sector?

El sector ha vivido ya varias fusiones: en Aragón, Andalucía, la Comunidad Valenciana... Las rurales compartimos una misma naturaleza y vocación social, y no considero que sea bueno para el sector que proyectos de fusión, deseados y compartidos por dos o más entidades, tengan que verse limitados o circunscritos a las comunidades autónomas. æpermil;sa sería una visión estrecha, que no se corresponde con criterios empresariales.

¿Cuáles son los próximos retos de Cajamar?

Desde su creación en 1966, Cajamar se ha convertido en la primera cooperativa de crédito española. Nuestro propósito es consolidarnos entre las veinte primeras entidades financieras y trabajar para que en un plazo no muy lejano estemos entre las quince primeras. Queremos ser una caja de referencia, y entendemos que el tamaño es la garantía de nuestra libertad, autonomía e independencia.

¿Y en cuanto a su desarrollo en nuevos territorios?

Vamos a continuar nuestro proceso de expansión en provincias del arco mediterráneo y otras zonas del interior. Tenemos previsto abrir de 25 a 30 nuevas sucursales, por lo que a finales de 2006 nos situemos en torno a las 800 oficinas.

En Europa hay un debate abierto sobre las cajas de ahorros, ¿el modelo de la banca cooperativa también se cuestiona?

La solvencia del modelo cooperativo no está siendo cuestionada. Lo que es posible es que el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea redefina, en los próximos años, la definición del capital social de la banca y, por tanto, también del capital social de la banca cooperativa. Nuestro modelo cuenta con una larga tradición de éxito en países como Crédit Agricole en Francia o Rabobank en Holanda.

'Hace años ya fracasó un intento de integración'

El sector de las cajas rurales, vertebrado en torno a una Asociación y varias empresas participadas que ofrecen servicios a todas las rurales, está mutando. Un grupo impulsa un proyecto de integración mientras, Cajamar se desmarca.El Banco de España estudia un proyecto de las rurales para darse garantías recíprocas, y ofrecer un balance conjunto, ¿es este un paso hacia la integración del sector?El proyecto de integración de balances no es nuevo. Hace años nosotros propusimos una iniciativa de este tipo que fracasó estrepitosamente, rechazada por algunas de las cajas que hoy curiosamente la apoyan y lideran. Para nosotros aquel tiempo pasó. De ese fracaso salió precisamente la fusión de las cajas rurales de Almería y Málaga, que dio origen a Cajamar. Ahora recorremos nuestro propio camino.Tras la expulsión de Cajamar de la Asociación de las rurales, ¿podría llegar a haber un cisma entre ellas? La discrepancia que mantenemos con la dirección de la Asociación, y que ha terminado con nuestra salida de la misma, tiene su origen en decisiones que fueron tomadas sin atender a criterios empresariales y de eficiencia económica, y que además afectan a la autonomía e independencia de actuación de cada una de las cajas rurales. Es muy posible que algunas cajas que en su día dieron su apoyo a estas decisiones no tarden mucho en lamentarlo.

El 'patriarca' de la rural de Almería

Con más de 40 años en el mundo de las finanzas, Juan del Águila (Almería, 1930) es el auténtico artífice del nacimiento, crecimiento y actual madurez de Cajamar. Estudió Derecho y alternó durante años la abogacía con la principal tarea que se impuso: crear una caja rural que ayudará a sacar adelante Almería, una provincia con graves atrasos económicos.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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