Alierta pide cambios en la regulación de la UE para estrechar la brecha con EE UU
El motivo de la intervención fue la celebración del Día de la Competitividad, organizado por la patronal europea Unice. Y el discurso, todo un llamamiento a las autoridades comunitarias para que tomen medidas regulatorias que garanticen la reducción de la brecha digital con Estados Unidos y Japón.
César Alierta, presidente de Telefónica, habló ayer en el Parlamento Europeo. Como representante de su sector, pidió a Bruselas una política común en materia de telecomunicaciones y tecnología, que premie la inversión y dé seguridad a largo plazo a las empresas que apuestan por desarrollar el mercado.
Desde su posición de presidente de un ex monopolio, Alierta puso como ejemplo de políticas no intervencionistas que han funcionado las de Estados Unidos y de Japón. Estos dos países han enfocado la normativa, según el presidente de Telefónica, hacia la competencia en redes y el desarrollo de infraestructuras.
El resultado ha sido un aumento de la brecha entre estas nacionales y Europa. 'Después de 50 años de ir recortando su diferencial de productividad con Estados Unidos, Europa recientemente ha vuelto a perder terreno, retrocediendo a un nivel del 85% con respecto a EE UU', aseguró.
Para reducir esta brecha, la propuesta que hace Telefónica es la de cambiar el esquema 'desde unas reglas pensadas para servicios no convergentes y mercados nacionales' hasta 'un avance decidido en la desregulación del sector, para que la industria pueda invertir a la velocidad y en el volumen necesarios'.
Por ello, Alierta instó a la adopción de una política común europea, que trabaje sobre la metodología de valoración de impactos. Es decir, que sea capaz de anticipar las consecuencias de la intervención regulatoria y así evitar que se pongan en marcha las que supongan un menoscabo de la inversión.
En cualquier caso, Alierta tiene claro que su preferencia, 'mientras no se demuestre que existe una opción mejor, es no intervenir'. Y para reforzarlo volvió a citar los datos de penetración de la banda ancha de Estados Unidos, Japón y Corea, muy superiores a Europa.