Turismo al alza con nuevas tendencias

Después de cuatro años de letargo del crecimiento, el turismo vuelve a dar alegrías. La principal actividad económica española, tanto en términos de PIB como de empleo, ha vuelto a zona de récords. En los nueve primeros meses del año el número de turistas extranjeros creció un 6,3%, hasta 44,4 millones. Es la mayor tasa en seis años. La temporada de verano fue aún mejor y de junio a septiembre el aumento interanual fue del 7,2%. Es decir, el parón a raíz de los atentados del 11-S de 2001 está superado, y 2005 se encamina al récord.

En clave de ingresos, los datos son igualmente positivos. El gasto medio por turista y día crece a un ritmo del 3%, un porcentaje similar al gasto total (3,7%). Y a la vez se detectan dos procesos beneficiosos paralelos: mayor desestacionalización -una saludable menor dependencia del modelo sol y playa veraniego- y una deslocalización positiva hacia nuevos destinos. Todo esto hace que las autoridades turísticas no oculten su optimismo sobre el cierre del año.

Pero malo sería bajar la guardia. A la competencia creciente de diversos destinos, tanto en Europa como otras regiones, se suman sombras que en cualquier momento pueden dar a traste con esta positiva evolución. La escalada alcista del petróleo, el terrorismo internacional y fenómenos como la gripe aviar o los graves episodios meteorológicos son sombras potenciales que en cualquier momento pueden ejercer una presión negativa en el negocio.

Aparte de mejorar la calidad y mantener el binomio calidad-precio, el sector debe adelantarse a las nuevas tendencias que muestran los turistas. Entre ellas, el empleo masivo de vuelos de bajo coste -casi inexistentes en Canarias- o el fraccionamiento de los periodos vacacionales, que ha hecho que, aunque cada turista gaste más por día, deje menos dinero en cada visita.