Las cotizadas quieren conocer mejor a sus minoritarios
Empresas del Ibex demandan estudios de opinión sobre sus valores
El accionista minoritario español, como el espectador de televisión y el votante antes de unas elecciones, comienza a ser objeto de encuestas. Las cotizadas siguen la tendencia marcada en EE UU, Francia y Alemania y ya contratan a las firmas de investigación de mercados para seguir el clima de opinión de sus pequeños inversores.
Están preocupados por el destino de sus ahorros ya que son sólo 466 personas de media las que han asistido a las juntas generales convocadas por las empresas del Ibex 35 a lo largo de 2005, según datos recabados por el Foro del Pequeño Accionista. La muestra, si es que las compañías tienen interés en conocer el sentir de sus accionistas, resulta pobre.
Las incógnitas que se tratan de resolver a golpe de sondeo en la mayoría de los casos son la confianza en el valor, en el sector y la proyección de futuro. De este modo, se trata de prever la reacción de los inversores ante decisiones como una compra, desinversiones, la entrada en nuevos mercados o una opa.
'En diferentes países existen regulaciones sobre estas prácticas, como la limitación de encuestar a más de un determinado porcentaje de accionistas o la restricción para preguntar valoraciones o reacciones ante hipotéticos escenarios, temas todos ellos que pueden afectar a la cotización', cuenta Rosa Peña, de Taylor Nelson Sofres.
'Sólo si Endesa supiera la percepción que tienen sus accionistas sobre la acción conocería el ambiente que ha generado la opa de Gas Natural', explica Carlos Prieto, director general de Sigma Dos. Desde su experiencia, 'las empresas en Bolsa empiezan a indagar sobre la opinión del accionariado y de los responsables de los fondos y bancos de inversión'. Sigma Dos ha firmado sondeos a lo largo del año para una eléctrica y ha percibido el interés de varias entidades del Ibex.
Una de ellas bien podría ser el Banco Sabadell, cuya dirección está considerando la conveniencia de seguir la estimación del minoritario sobre el valor. Las encuestas serían periódicas e incluirían temas de actualidad sobre la relación entre accionista y banco.
Endesa es una de las pioneras en el manejo de este material, mientras media docena de compañías consultadas por este periódico prefieren no desvelar las estrategias relacionadas con sus inversores. Y también hay quienes descartan contratar sondeos. 'Nuestra relación con los accionistas se basan en reuniones periódicas presenciales', dice un portavoz del Santander. Y desde el Banco Popular o Telefónica se explica que es la Oficina del Inversor la que se ocupa de mantener el contacto.
Lluís Fatjó-Vilas, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Estudios de Mercado (Aneimo), confirma que las encuestas relacionadas con la Bolsa constituyen una nueva área de negocio para el sector. De hecho, Taylor Nelson Sofres, de la que es consejero delegado, ha bautizado como Servicio de Gestión de Stakeholders a la investigación sobre los puntos que debe controlar cualquier consejo de administración, entre ellos el sentir general de clientes, proveedores y del minoritario.
Otra analista, Ipsos, creó un equipo hace dos años para atender a las cotizadas: 'Los principales demandantes pertenecen a los sectores bancario y de la energía', dice Antonio Vera, director de Ipsos Opinión. Lo normal es que los estudios se repitan a lo largo del año para conseguir una fotografía dinámica. Y es que las empresas necesitan cotejar lo que piensan sus pequeños socios y establecer una proyección en el tiempo. 'No es recomendable pulsar impresiones sólo en momentos críticos porque el encuestado está demasiado condicionado', cree Vera.
Los expertos consultados reman a favor de sus negocios al estimar que estos informes son imprescindibles. Pero no son los únicos que opinan así: 'Ante la falta de contacto entre cotizadas y minoritarios creo que es positivo que se encarguen estudios que puedan influir en las empresas', sentencia el presidente de la Asociación de Minoritarios, Juan Bolás. De igual modo se manifiesta la Asociación Española para las Relaciones con Inversores (Aeri), cuyo director general, Javier Rodríguez, estima que 'las empresas en Bolsa se esfuerzan cada vez más por escuchar al minoritario'.
El peso del pequeño inversor
bolsa española
El parqué español presenta el mayor índice de inversores individuales (26%) y de no residentes (35,1%) de toda Europa. Ambas cuotas, según un estudio realizado por la Federación Europea de Bolsas (Fese) al cierre de 2003, superan notablemente las medias europeas del 15,6% y 29,4%, respectivamente.En un artículo del servicio de estudios de la Bolsa de Madrid (publicado en su revista) se explica que las privatizaciones y colocaciones de finales de los noventa motivaron la masiva incorporación de inversores individuales antes de la crisis de 2000, triplicando las cifras de Francia y duplicando las de Reino Unido y Alemania.
Información
Las firmas cotizadas en España tienen la oportunidad de conocer quiénes son sus accionistas individuales a través de la base de datos de la entidad depositaria de valores Iberclear (informa sobre quién es el titular de las acciones y su número de identificación fiscal). Pero sólo quienes prestan su autorización pueden ser requeridos para participar en encuestas. Los analistas suelen manejar muestras entre 500 y 1.000 referencias y las conclusiones que derivan de los cuestionarios se suelen complementar con entrevistas de mayor profundidad realizadas a gestores de fondos, analistas de mercados bursátiles y directivos de los bancos de inversión.
Aneimo exige rigor en las encuestas
Las empresas de investigación de mercados que operan en España se han autorregulado a través de un decálogo de normas, realizado por la asociación Aneimo, por el que tratan de elevar al máximo el nivel de calidad de sus trabajos, además de establecer las máximas garantías para el cliente y los entrevistados. 'Hemos elevado el listón dentro del sector', dice el presidente de la asociación, Lluís Fatjó (en la imagen), 'porque nos preocupa que pueda haber prácticas que banalicen la profesión'.