Otro que muerde el polvo

La semana pasada Phillip Bennett, antiguo presidente ejecutivo de Refco, uno de los mayores intermediarios de futuros y materias primas del mundo, fue acusado de fraude (...). La fiscalía federal de EE UU afirma que utilizó varias compañías para esconder pérdidas por cerca de 430 millones de dólares.

Bennett, que está en libertad bajo fianza, no ha sido condenado, y su abogado dijo ante el tribunal que haría frente a los cargos. La compañía informa que él mismo ha devuelto el dinero con un préstamo sobre su valores de Refco. æpermil;se es un buen comienzo para corregir las cosas, pero puede que sea ya muy tarde para Refco. Esta lucha por su supervivencia (...). Muchos de sus clientes han intentado retirar todo su dinero (...).

Los críticos se apresuraron a declarar el fin de la figura del presidente imperial después de la caída de unas pocas caras famosas (...). Pero las largas condenas asignadas a los criminales corporativos (...) combinadas con los costes impuestos por la Ley Sarbanes-Oxley, han dado lugar a una fuerte reacción contra un gobierno corporativo exigente y una persecución agresiva del mal hacer. Sea Bennett un delincuente o sólo alguien con pésimo criterio, este caso es un recordatorio de la necesidad de mantener un ojo sobre los máximos ejecutivos.