Garavilla ultima la compra al BBVA del 41% de su capital
La familia Garavilla y el BBVA están ultimando las negociaciones que permitirán a los fundadores de la conservera hacerse con el 41% del capital que ahora está en manos del banco. La operación, sobre la que se lleva trabajando varios meses, podría cerrarse en breve.
Garavilla y BBVA son viejos aliados y socios desde 1973. Las negociaciones, según ha podido saber Cinco Días en medios cercanos a la operación, están discurriendo con total normalidad y se encuentran en un estado muy avanzado, por lo que podría estar cerca la resolución del acuerdo final.
Garavilla, que comercializa sus productos bajo la marca Isabel, es líder en el mercado español de conservas de pescado y se sitúa entre los cuatro principales grupos europeos.
La salida de BBVA de la compañía no supone en modo alguno un indicio de desconfianza por parte del banco hacia la gestión o hacia el futuro del negocio, sino que responde al cambio de estrategia de participaciones industriales del banco que desde hace unos años ha procedido a salir de forma progresiva del sector de alimentación. Anteriormente, BBVA estaba presente en otros sectores alimenticios, como fue la producción y comercialización de vinos y también salió de Bodegas y Bebidas.
Durante los meses que BBVA y la familia Garavilla llevan trabajando, se han barajado varias posibilidad es para favorecer la salida del banco.
Entre dichas fórmulas se estudió la posibilidad de que Garavilla vendiera al grupo financiero uno de sus barcos más modernos, el Aurora, y posteriormente Garavilla suscribiría un contrato de leasing a largo plazo sobre el buque. El buque Aurora, de 84 metros de eslora y uno de los más modernos de la flota de Garavilla, fue fletado en 1998 y supuso una inversión de unos 20 millones de euros. La valoración actual de este buque rondaría los 14 millones de euros.
Sin embargo, en las últimas semanas esta opción ha quedado descartada, según han explicado a Cinco Días fuentes cercanas a la operación.
De cualquier forma, las negociaciones continúan y se espera que en breve plazo o a más tardar antes de fin de año, ambas partes cierren el acuerdo.
Garavilla compañía de origen familiar, fundada en 1887, y que en la actualidad tiene cuatro plantas productivas, dos en España, Mundaka (Vizcaya) y el Grove (Pontevedra), y otras dos en el exterior, una en Marruecos y otra en Ecuador. Además, cuenta con una flota de cinco buques (San Andrés, Charo, Esmeralda C, Aurora B y Rosita C), bastante moderna.
En los últimos años, Garavilla ha realizado un importante esfuerzo para modernizar tanto su flota como sus instalaciones productivas. En este proceso se inscriben los cierres de las plantas que tenía en Arrecife (Lanzarote) y Algeciras.
Traslado
Asimismo, tras haber permanecido casi 100 años en el histórico pueblo pesquero vizcaíno de Bermeo, en el año 2002 se trasladó a las modernas instalaciones de Mundaka (Polígono Lamiaran-Aranburu), a escasos kilómetros de su anterior ubicación, en las que invirtió cerca de 12 millones de euros, siendo la más significativa.
Esas nuevas instalaciones, situadas a escasos kilómetros, que disponen de 20.000 metros cuadrados de terreno, supusieron una inversión de unos 12 millones de euros y duplicar la capacidad de producción.
En cinco años, la conservera habrá invertido algo más de 60 millones de euros.
También en 2001, la compañía remodeló la planta de Ecuador, por lo que se encuentra entre las más modernas de Latinoamérica (Calvo tiene una excelente en Centroamérica) y desde la que exporta la producción a más de 30 países.
Atentos a
La facturación de la conservera en 2004 ascendió a 164,8 millones de euros. El resultado del ejercicio fue de 860.000 euros, gracias a extraordinarios. La plantilla media empleada por la empresa en el curso del último ejercicio fue de 2.231 personas.
Una más que estrecha relación
La estrecha relación que han mantenido de siempre la empresa conservera y el BBVA ha sido una constante en la historia, no exenta de dificultades de la empresa conservera. Las negociaciones entre la familia propietaria y el banco no son nuevas.La entidad financiera ha respaldado en varias ocasiones la continuidad de la compañía. Quizás el momento más crítico fue en 2001 cuando un pacto de accionistas, gestionado durante más de un año, permitió que el BBVA tomará directamente la gestión de la conservera.Entonces el banco nombró a Pedro Casamitjana nuevo consejero delegado en un proceso pactado de sustitución de la cúpula directiva de la compañía, que incluía el nombramiento de Estanislao Garavilla, entonces consejero delegado, como presidente no ejecutivo. La puesta en marcha entonces de una nueva fábrica complementó el acuerdo con el banco de profesionalización de la gestión.Casamitjana es un hombre también tradicionalmente ligado a la estructura industrial de participadas del BBVA. Fue director general de Bodegas y Bebidas, hoy integrada en Pernod Ricard y consejero delegado de Alimentos Naturales Garavilla, compite en el saturado mercado de las conservas de pescado nacional con una de las marcas de mayor imagen: Isabel.