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Divisas

El euro, a la espera de su oportunidad

Al margen de las fluctuaciones actuales, los expertos apuestan por una apreciación de la divisa europea a medio y largo plazoDivisas

Escenario favorable para el dólar a corto plazo, pero propicio para el euro a medio y largo. æpermil;se es el panorama que casi por unanimidad describen analistas y operadores del mercado de divisas, que creen que aunque todavía no ha llegado el momento de tomar posiciones en euros, el dólar no mantendrá durante mucho tiempo su fortaleza actual. Los titubeos económicos y políticos en Europa, que tras el rechazo francés a la Constitución Europea en mayo tienen un nuevo episodio en la ausencia de un claro vencedor en las elecciones alemanas, han sido este año elementos disuasorios para la apreciación de la moneda europea, que ha perdido en diez meses en torno al 12% de su valor frente al dólar.

'Está claro que la divisa europea padece las incertidumbres políticas. El resultado electoral en Alemania no es el deseado por el mercado y crecen las dudas sobre la posibilidad de que un gobierno de coalición sea capaz de acometer las reformas estructurales necesarias para la economía', señala Pablo Guijarro, experto en divisas de Analistas Financieros Internacionales.

Así, el dólar ha ido ganando terreno frente al euro favorecido, además, por las subidas de los tipos de la Fed, las perspectivas de crecimiento económico más favorables en EE UU que en Europa y una evolución de los déficit norteamericanos algo más benigna de lo esperado. Esta misma semana el euro fluctuaba al ritmo de los datos procedentes de Estados Unidos. La presentación el jueves de un déficit comercial de 59.400 millones de dólares, 400 millones menos de lo previsto, dio alas al dólar y colocó al euro por debajo del nivel psicológico de 1,20 dólares, aunque el viernes la situación se dio la vuelta al pesar sobre el billete verde el dato de inflación y de producción industrial, que llevó de nuevo al euro hasta 1,21 (1,19 el cierre oficial).

'Por ahora todo juega a favor del dólar. El mercado mira los diferenciales de tipo, no parece que las subidas en Europa vayan a ser inmediatas y todo apunta a que a corto plazo el euro se puede seguir depreciando hasta un 1,18 dólares', señala Mercedes Camacho, de Eurosafei.

Los analistas creen, no obstante, que los factores que en estos momentos favorecen la cotización del billete verde empiezan a agotarse y las perspectivas para la divisa europea mejoran, por lo que 'no parecería extraño que en 2006 el euro cotizara a 1,30 dólares', afirma Guijarro. 'El dólar está más fuerte que hace seis meses pero seguimos pensando que hay muchos factores estructurales que lo debilitarán a medio y largo plazo. Los activos norteamericanos están muy sobrevalorados y los desequilibrios de renta crecerán en Estados Unidos', señala Carlos de las Morenas, jefe de ventas y derivados de divisas de BNP Paribas.

'Pese a las presiones inflacionistas, parece que la Fed no puede ya ir muy lejos en el actual ciclo de subidas. La Fed no quiere pasarse a la hora de subir tipos, ante el temor a que dichas subidas terminen por generar una brusca caída del consumo. Además, debemos recordar que en enero de 2006 concluye el mandato de Alan Greenspan como presidente de la Fed, y no querrá dejar el cargo con el riesgo de haber subido los tipos excesivamente', explica Rosa Duce, del Centro de Inversiones del Deutsche.

Parece llegado el momento de que cambie la tendencia monetaria en Europa, donde los tipos permanecen clavados en el 2% desde junio de 2003. El hecho es que por primera vez en mucho tiempo amenaza la inflación en Europa (la tasa anual en Alemania ha subido al 2,5%, la más alta en cuatro años). Los inversores apuestan por próximos movimientos al alza en Europa para el año que viene, lo que reduciría los diferenciales.

'Los inversores volverán a los fundamentales cuando se reduzcan los diferenciales de crecimiento y de tipos de interés de Europa respecto a Estados Unidos, momento en el que volveremos a ver un dólar débil', señala Gustavo Trillo, director de Gestión de JPMorgan Asset Management para España.

En todo caso, los analistas destacan que el ajuste estará repartido entre el euro y las divisas asiáticas. 'Habrá que estar muy atentos a cómo se comporten las divisas asiáticas. Mi impresión es que el dólar se debilitará también frente a estas monedas, lo que reducirá la presión apreciadora frente al euro', comenta Guijarro. 'A partir de la gradual modificación del régimen cambiario chino, los bancos centrales asiáticos proseguirán con la diversificación de reservas internacionales hacia monedas distintas del dólar', señalan expertos de Sabadell Banca Privada. Carlos de las Morenas, de BNP, explica que hasta ahora los países asiáticos han estado invirtiendo su exceso de liquidez en activos estadounidenses, pero el aumento de la demanda doméstica en estos países hará que la situación se vaya normalizando y disminuya la inversión en dólares.

Claves El camino de ida y vuelta de la moneda única

l El dólar ha sido históricamente la divisa internacional por excelencia. Ni siquiera el marco alemán o el yen, que adquirieron cierta relevancia en la década de los setenta y los ochenta amenazaron su indiscutible dominio. El nacimiento del euro fue el cambio más dramático para el sistema monetario internacional desde la transición hacia tipos de cambio flexibles en los setenta. Muchos economistas, incluidos los estadounidenses, hablaron entonces de que el euro desafiaría al dólar como divisa de referencia. Nació el 1 de enero de 1999 con un cambio de 1,18 dólares. El 4 de enero de 1999 cotizaba a 1,1789, pero llega a depreciarse hasta un mínimo de 0,8252 dólares (octubre de 2000), en plena burbuja especulativa en Wall Street. Luego volvió a apreciarse hasta alcanzar en diciembre de 2004 su cotización máxima en 1,3637 dólares.l Pese a las oscilaciones, nadie discute que la moneda europea sea un referente internacional como medio de pago. Se calcula que los bancos centrales tienen en la actualidad un 23% de sus reservas en euros, todavía lejos, no obstante, del 64% de las existentes en dólares. En los últimos dos años muchos bancos han ampliado sus reservas en euros e informes como el de Deutsche Bank Research calculan que la participación del euro como moneda de reserva estará entre el 30% y el 40% hacia 2010.l Los expertos creen que los mercados tienen cada vez menos argumentos en contra de diversificar en euros. La madurez y liquidez de los mercados financieros europeos debería favorecer a la moneda europea. 'Factores como la ruptura de los sistemas de tipo de cambio fijo frente al dólar en países emergentes, sobre todo del Este de Europa, también han favorecido al euro', según explica Rosa Duce. Sin embargo, muchos analistas apuntan todavía como un handicap las incertidumbres políticas y económicas en Europa. 'Una mejora de la disciplina fiscal sería clave para mejorar la percepción del mercado y la confianza de los inversores en el euro', señala Peter Hensman, jefe de estrategia de Mellon.

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