La gran paradoja de la inversión social
Hace unos días, en estas mismas páginas, una información se hacía eco del fracaso de la inversión socialmente responsable en España. Es decir, aquella que se realiza con criterios de sostenibilidad social y ecológica. La información tomaba como referencia el último Observatorio de la inversión socialmente responsable en España, que desde hace cinco años elabora el Instituto Persona Empresa y Sociedad (IPES), dependiente de Esade.
En esta edición del observatorio, su director, Josep María Lozano, se lamenta en sus páginas de la enorme 'paradoja' que se da en España en torno a la responsabilidad social, donde por un lado muchas empresas están realmente volcadas en acometer políticas sostenibles, mientras que por el otro no existe apenas interés por parte de los inversores en utilizar estos criterios a la hora de canalizar sus ahorros.
'¿Qué significa esta paradoja, que no tiene paralelo en ningún otro Estado con el que tengamos pretensión de compararnos?', se pregunta Lozano, no sin cierta amargura en sus palabras.
El Observatorio, a lo largo de sus casi 100 páginas, analiza pormenorizadamente las causas del atraso de la inversión responsable en España: falta de demanda de los inversores, falta de compromiso de los actores sociales, falta de promoción y profesionalización de las gestoras, falta de implicación del Gobierno...
El estudio pone de relieve un dato llamativo: el 83,5% del patrimonio invertido con criterios socialmente responsables en España se concentra en un solo fondo: un garantizado del BBVA que tiene un volumen de 842 millones de euros. La venta masiva de fondos garantizados en los últimos años ha puesto de relieve que las redes comerciales de los bancos pueden vender lo que quieran. Y sin embargo, apenas se venden fondos socialmente responsables ¿Es que acaso a los españoles les preocupa menos la sostenibilidad que al resto de los europeos? mrodriguez@cincodias.es