La SEPI y la opa sobre Endesa
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales es uno de los principales socios de Endesa, con cerca de un 3% de su capital. Como a los demás accionistas, a la SEPI va en principio dirigida la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Gas Natural sobre el 100% de la eléctrica. ¿Debe la SEPI aceptar la opa? Su presidente, Enrique Martínez Robles, ha anunciado que la decisión se tomará con criterios profesionales, pero cabría vestir de tales los argumentos para adoptar una solución o la contraria.
En los planes de desinversión de la SEPI está prevista la venta de la participación en Endesa en 2006. El calendario de la opa apunta a que el periodo de aceptación de la oferta se abrirá en torno a marzo o abril de ese año. Las fechas cuadran, pero tanto aceptar como rechazar la oferta tienen serios inconvenientes.
Aceptar la opa supone para el Estado convertirse en accionista de Gas Natural, una empresa de la que ya vendió la participación en su día. La SEPI tendría luego que volver a poner en marcha el proceso para la venta de su participación en la gasística, a menos que se crea que puede tener vocación de accionista a largo plazo, lo que parece fuera de lugar. Rechazar la oferta, en cambio, supone arriesgarse a quedar en una posición minoritaria dentro de una empresa con reducido capital flotante y escaso atractivo para los inversores -si triunfa la opa- o a que la cotización se desinfle por la pérdida de la prima -si la oferta fracasa-. Tanto aceptarla como rechazarla supone además, se quiera o no, una toma de postura ante la opa.
La disyuntiva de la SEPI no radica entre aceptar o rechazar la oferta, sino que hay una tercera vía que parece la más adecuada. La SEPI puede vender en el mercado las acciones a comienzos de 2006 y dejar que sean los inversores quienes decidan si aceptan o no la opa. La cotización ya ha recogido de largo la prima de la oferta y al precio de mercado la venta de las acciones reportará ingresos muy superiores a los presupuestados, preservando además la imagen de neutralidad ante la operación.