Piëch supera el amago de rebelión del consejo de vigilancia de Volkswagen
Ferdinand Piëch no deberá dejar su puesto, por ahora, como jefe del consejo de vigilancia de Volkswagen. Este organismo de control se reunió ayer en una sesión extraordinaria para estudiar la entrada de Porsche en el accionariado de Volkswagen y el futuro papel de Ferdinand Piëch, accionista de Porsche a título personal. El directivo, sin embargo, se encontró con el apoyo de los representantes de los trabajadores en el consejo y del sindicato IG Metall.
El Estado de Baja Sajonia teme un conflicto de intereses por la posición de Piëch como miembro del consejo de vigilancia de Porsche y copropietario de una empresa comercial de Volkswagen (Porsche Holding, que vende los vehículos de VW en Austria y en gran parte del Este europeo), lo que le convierte en un importante cliente del fabricante. Porsche, en cambio, pretende que Piëch siga en el puesto hasta 2007, cuando le sucedería el presidente de Porsche, Wendelin Wiedeking.
El fabricante de deportivos controlará el 18,5% de las acciones de Volkswagen, lo que le convierte en el mayor accionista por delante del land de Baja Sajonia que, con una participación del 18,2%, posee dos asientos en el consejo de vigilancia y se ha erigido en adversario de Piëch. Porsche dispone del 10,3% del capital y se ha asegurado otro 8,3%. Además, planea comprar más acciones.
Según Der Spiegel, el presidente del consejo de VW, Bernd Pischetsrieder, ha ofrecido al fabricante de Stuttgart un paquete del 3,4% del capital. Se trataría de una ampliación en la que no podrían participar otros accionistas. En cualquier caso, la participación no superará el 30% de VW porque Porsche se vería obligado a presentar una oferta a todos los accionistas, ya que se les reconoce el derecho a decidir si quieren seguir vinculados tras el cambio del accionariado.
Se teme que Porsche consiga, a través de Piëch, un excesivo poder sobre Volkswagen. Tras la compra del 20% de la compañía, el grupo reclamará como mínimo dos asientos en su consejo de vigilancia. Y Piëch, como jefe, tiene dos votos. A su vez, el directivo representa a su propia familia en el consejo de Porsche.