La SEPI dio vía libre a Marsans para comprar la deuda de Aerolíneas
La SEPI ha aportado ante el juez el documento de compraventa de Aerolíneas Argentinas a Marsans y un segundo contrato que difiere en el uso que el vendedor impone al comprador para 300 millones de dólares de los 803 de dinero público implicados en la operación. Uno habla de 'pago de pasivos' y otro de 'compra de créditos'.
El uso que los propietarios de Viajes Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz y su socio Antonio Mata, han hecho de los 803 millones de dólares que la SEPI les ha dado desde octubre de 2001 para que se hicieran cargo de Aerolíneas Argentinas y evitaran su quiebra y un grave conflicto diplomático, sigue envuelto en la polémica.
El juzgado 35 de Madrid, que instruye el caso por presunta falsedad documental y delito fiscal de los tres empresarios citados (los denunciantes son dos ciudadanos argentinos y uno español), solicitó de la SEPI que le remitiera el contrato de compraventa de Aerolíneas Argentinas, que hasta la fecha era desconocido.
En contestación a este requerimiento, la SEPI remitió, además de otro material, dos documentos principales fechados ambos el mismo día 15 de octubre de 2001.
El primero es el contrato de compraventa entre al antiguo propietario de Aerolíneas, la SEPI, y el comprador, Marsans y otras sociedades a través de Air Comet. Este documento está firmado por el entonces presidente de la SEPI, Ignacio Ruiz Jarabo, y por el hoy presidente de Aerolíneas, Antonio Mata, y fue validado en Consejo de Ministros.
El segundo es un contrato titulado 'Convenio de aportes irrevocables' firmado por Juan Gurbindo por Interinvest (la tenedora de las acciones de Aerolíneas) y por Pablo Olivera, entonces director general de la SEPI. En ambos documentos se pacta un uso distinto para 300 de los 803 millones de dólares que la SEPI entregó a los compradores de Aerolíneas.
En la estipulación novena del contrato de compraventa se dice textualmente 'en cuanto a la cantidad de 300 millones de dólares (que el vendedor aporta al comprador) se destinará al pago de los pasivos de las sociedades o de la compañía que el vendedor indicará al comprador.
En el segundo documento entregado al juez se lee que 'el aportante entrega 300 millones de dólares con la condición de que se destinen íntegramente a la adquisición de los créditos que se detallan'.
Uno y otro documento se refieren a los mismos pasivos que Aerolíneas Argentinas mantenía con ABN Amro Bank, BBVA y Citibank por 190 y 27 millones de dólares, con SEPI por 24 y 2,77 millones, Indra por 1,54, Repsol por 57,90 millones y con Aerocard por 16,30 millones.
Los nuevos dueños de Aerolíneas utilizaron 275 millones para comprar los créditos que se detallan y con ello consiguieron la mayoría y el control en el concurso de acreedores de Aerolíneas Argentinas e impusieron una quita del 60%.
Tres posturas
La sepi.Letrados de la SEPI argumentan ante el juez que los dos documentos persiguen un fin idéntico: que se utilizara el dinero público para eliminar los pasivos de Aerolíneas. Del 'convenio de aportes irrevocables' afirma que se trata de un acuerdo entre sociedades. Ignacio Ruiz Jarabo, presidente de la SEPI en 2001, dijo ayer a Cinco Días que 'ambos documentos dicen lo mismo y buscan idéntico objetivo'.
Marsans.Abogados de los compradores de Aerolíneas aportan al juez un documento de diciembre de 2001 en el que la SEPI dice conocer que Air Comet tiene la intención de adquirir créditos contra Aerolíneas por 300 millones de dólares. Air Comet se obliga a que los créditos adquiridos sólo podrán ser utilizados como fondos propios para ampliar capital o realizar aportes irrevocables en Aerolíneas.
Denuncia.Los denunciantes afirman que de los 300 millones aportados por la SEPI, y cuyo destino era el pago de pasivos según el contrato de venta, 275 fueron utilizados por Air Comet para adquirir los créditos y subrogarse en la posición de acreedor en el concurso de Aerolíneas Argentinas. Estas operaciones no tienen reflejo en las cuentas anuales de Air Comet en la fecha de adquisición.