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Banco de España

El gobernador critica que el modelo de crecimiento continúe basado en el consumo y la construcción

Al portavoz de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, no le hizo falta afilar ayer su discurso contra la política económica del Gobierno. Ni siquiera pidió turno de réplica. En parte, lo hizo por él Jaime Caruana, quien no ahorró detalles a la hora de enumerar las principales deficiencias que el Banco de España observa en la política que pilota el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

Pese a que España puede crecer el año que viene por encima del 3,3% previsto por el Gobierno y a que ve solidez en el cuadro macroeconómico diseñado desde el Ejecutivo, Caruana detecta que las ganancias de productividad continúan siendo 'muy reducidas' y que el patrón de crecimiento sigue centrado 'en exceso' en el consumo y en la construcción, en un contexto económico en el que los precios del petróleo y la inflación suponen riesgos potenciales de importancia y generarán el año que viene 'una mayor incertidumbre'. Las exportaciones, añadió Caruana, volverán a perder cuota este año, mientras el endeudamiento crediticio de los hogares va en aumento.

Ante este panorama, el gobernador criticó la opción del Gobierno por unos Presupuestos 'expansivos' que en 2005 no han contribuido a moderar las presiones de la demanda interna y a contener los riesgos que presenta la economía española. Dado el buen comportamiento de los ingresos fiscales, 'debería ser posible culminar este ejercicio con un superávit superior al presupuestado, que se ajustase más a los requerimientos de la economía', dijo Caruana.

A su juicio, los Presupuestos de 2006 tampoco corregirán 'suficientemente' la orientación expansiva de la política económica, cuando sería importante que si el dinamismo de la recaudación tributaria supera las previsiones, como ha ocurrido este año, se persiguiera un superávit más elevado y no se optara por 'aumentos adicionales del gasto'.

Caruana consideró que las prioridades de gasto y los compromisos derivados de la construcción de vivienda pública, del aumento de las pensiones mínimas y de la financiación sanitaria, dificultarán una política presupuestaria ortodoxa.

El gobernador deslizó también una severa crítica al acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas para resolver su déficit sanitario. En su opinión, el Gobierno debería haber trasladado a los distintos territorios una mayor corresponsabilidad fiscal, en lugar de hacer frente a este problema a través de los Presupuestos.

Por último, el Banco de España valora los objetivos del Plan de Dinamización de la economía puesto en marcha por Solbes, pero echa en falta reformas estructurales, sobre todo la del mercado laboral.

LEY DE ESTABILIDAD

El gobernador del Banco de España considera que la reforma de esta norma, sometida en la actualidad a trámite parlamentario, no introduce los incentivos suficientes para generar los superávit adecuados en situaciones cíclicas favorables.

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