'Todavía veo la cotización del dólar en tendencia bajista'Europa: lo peor ha quedado atrás
Las petroleras europeas y estadounidenses se mantienen como valores recomendados por Roger Keller, de BNP Paribas
Prefiere la renta variable europea frente a la estadounidense, al igual que muchos expertos, tanto por valoración como por expectativas de beneficios. Pero además Roger Keller, jefe de inversión de BNP Paribas Banca Privada, opta por sectores como petróleo y farmacia. Este ciudadano suizo destaca, asimismo, el atractivo del mercado japonés.
¿En qué nivel del ciclo económico nos encontramos y cuál puede ser la repercusión de los posibles cambios en los mercados?
La desaceleración del crecimiento mundial continua y puede seguir así a medio plazo, evolución que se debe en parte al aumento de los precios del petróleo. Y aunque la ralentización ha sido evidente en Europa, el problema al que además nos podemos enfrentar es que se deteriore el perfil de aumento del PIB de la economía americana, lo que repercutiría en el consumo y en los mercados. Aunque como aspecto positivo hay que señalar que la inflación se mantiene bajo control.
¿Qué otras incertidumbres ve especialmente en el caso concreto de la renta variable, aunque sean diferentes por áreas geográficas?
Además de la debilidad económica y el peso de la factura del petróleo, se pueden citar datos que muestran que hay otros activos que pueden tener más atractivo para los inversores que la renta variable. Un ejemplo: la inversión monetaria, es decir, en dinero, comienza a ser más rentable allí con la subida de tipos que se están acercando al 4%. Además en ese mercado no hay valoraciones muy atractivas en Bolsa, aunque la situación no es igual en Europa. Con todo esto, en general, es difícil que haya catalizadores que hagan subir la renta variable, aunque uno sería la caída del precio del crudo y otro que la Reserva Federal interrumpiese la subida de tipos.
¿Cuál estima que será a medio plazo el impacto en los mercados de la financiación de los elevados déficit estadounidense?
El déficit presupuestario y el comercial seguirán pesando en la cotización del dólar a medio y largo plazo. Básicamente sigo viendo a la moneda estadounidense en una tendencia bajista, y creo que habrá una corrección para alcanzar una paridad en el entorno del 1,30 a 1,35 dólares por euro en el escenario del verano del 2006. Por el contrario, estamos viendo que a medio y largo plazo, la economía japonesa, que ahora está fuerte y con el consumo privado en recuperación, seguirá reforzándose. Y eso hará que los japoneses que están invirtiendo en títulos estadounidenses empiecen a buscar y comprar activos japoneses. Lo mismo ocurrirá con China. Esto, en su conjunto, va a presionar a la baja a los bonos, y al caer los bonos subirá la TIR (rentabilidad) y eso generará efectos negativos adicionales en la renta variable.
En este complejo contexto, ¿qué supondrá el compromiso de China de devaluar el yuan?
La devaluación del yuan va a ser muy lenta: muy poco a poco, pero China va a seguir paralelamente con un proceso de apertura de la economía. Y esto se traducirá, paso a paso, en un fortalecimiento del resto de las economías asiáticas; pero el impacto no va a ser espectacular ni llamativo a corto plazo.
¿Cree que el incierto resultado de las elecciones alemanas puede arrastrar a ese mercado a una senda errática y a que el dinero busque otros países europeos?
No. Y si se produjese una reorientación de flujos de dinero e inversiones desde Alemania a otros países de Europa sería porque la economía europea estuviese significativamente mejor que la alemana. Y creo que esto no va a suceder. Pese al posible impacto por los resultados de las elecciones, se trata de un país competitivo y con una gran capacidad de exportación, y por ello se beneficia además de la elevada y creciente demanda de productos de las naciones asiáticas. Aunque hay que reconocer como aspecto negativo que las reformas que precisa ese país se retrasarán.
Pero sigue prefiriendo en general la renta variable europea....
Sí. Hay una diferencia de valoración importante entre las compañías europeas y las estadounidenses. Las empresas de este lado del Atlántico son más rentables y, al mismo tiempo, son más baratas en Bolsa, por lo que la recomendación general iría encaminada a comprar acciones europeas. Pero, si lo que se analiza básicamente es el riesgo, es mejor orientar los apuestas no por áreas geográficas sino por sectores y conociendo las circunstancias de cada compañía. Esto ha sido una de las enseñanzas de la burbuja tecnológica.
¿Y cuáles serían los sectores más atractivos?
El del petróleo. Aunque ha tenido un comportamiento muy bueno en los últimos años y hay analistas que recomiendan salirse y realizar beneficios, sigo creyendo que las valoraciones son atractivas. Los fundamentales de esas compañías permanecen sólidos y las expectativas de beneficios continúan revisándose al alza, aunque a corto plazo no se descarte que las acciones entren en una fase de consolidación con ciertas caídas para asimilar las subidas.Aunque se mantienen las incertidumbres, a juicio de Roger Kepler, el peor escenario y las circunstancias más adversas en Europa han quedado atrás. Y espera un aumento en la zona euro de la inversión gracias a la fuerte capacidad de generar de beneficios por las empresas y al bajo coste del capital. Cree igualmente que Europa es menos vulnerable que Estados Unidos al aumento de los precios del petróleo, ya que el consumo es más eficiente por las tasas.