Las ONG para el desarrollo, unas grandes desconocidas
La mayoría de los españoles tiene ideas erróneas sobre la financiación y reclama más transparencia
Están presentes en la calle, al encender la televisión, comprar cualquier periódico, conectarse a Internet o, simplemente, abrir el buzón. Emiten comunicados, organizan conferencias, realizan campañas telefónicas y envíos postales masivos, ejercen presión sobre gobiernos y organismos internacionales y son capaces de movilizar en un momento y para una emergencia concreta más ayuda humanitaria de la que a veces pueden gestionar.
Y, sin embargo, las organizaciones no gubernamentales (ONG) siguen siendo grandes desconocidas para gran parte de la población. Seguro que no resulta difícil citar el nombre de alguna de ellas o definir a grandes rasgos cuál es su labor. Pero la cosa cambia cuando se trata de explicar cómo se financian, qué clase de personal contratan o cuál es su capacidad real para gestionar la ayuda económica.
Un total de 400 organizaciones para el desarrollo, agrupadas en la Coordinadora de ONG para el desarrollo España (Congde), presentaron ayer en Madrid un estudio que refleja cuál es la visión y el grado de conocimiento que tienen los españoles sobre este sector. La muestra, que comprende un total de 800 entrevistas, arroja un primer dato contradictorio: los españoles valoran las ONG para el desarrollo y afirman que confían en su labor, pero al mismo tiempo muestran un profundo desconocimiento sobre cuestiones claves para su gestión, como es el caso del origen de sus fuentes de financiación. 'Una de las grandes divergencias entre la realidad y lo que piensa la población -explicaba ayer durante la presentación el vicepresidente de la coordinadora, Carlos Mataix,- se refiere al origen de los recursos económicos'. Así, la mitad de la ciudadanía piensa que la Unión Europea y los organismos internacionales son los principales financiadores públicos de las ONG, mientras un 19% apunta al Gobierno central y sólo el 11% nombra a los gobiernos autonómicos y locales. La realidad es justamente la contraria. El informe de la Congde sobre el sector en 2004 refleja que el 55% del dinero público que reciben estas entidades proviene de lo que se denomina cooperación descentralizada: comunidades autónomas, ayuntamientos y otras entidades locales. Un 23% es aportado por el Gobierno central, mientras la Unión Europea apenas roza el 9%.
No es la única creencia errónea. Cinco de cada diez españoles está convencido que las ONG no contratan personal remunerado o ignora la respuesta a esta cuestión. Seis de cada diez, independientemente de su conocimiento sobre el tema, cree que deberían hacerlo. Una vez más, los datos aportados por el propio sector revelan que se trata de una idea preconcebida. Las ONG no sólo contratan personal a sueldo, si no que esa contratación es una tendencia creciente. Así, mientras en 1995 el porcentaje era del 11% respecto al total del personal, en 2003 la cifra fue del 13%.
'Los ciudadanos desconocen que la mayor parte de los fondos públicos destinados a la cooperación (el 72%) se canalizan por vías oficiales y atribuye a las ONG la mayor parte de la responsabilidad en la gestión de los fondos de ayuda al desarrollo', se explica en el informe. Los datos reales revelan, por el contrario, que el porcentaje de esos recursos que gestionan estas entidades apenas supera la cuarta parte.
Las respuestas del informe, pese a todo, evidencian que existen una fuerte confianza en la labor de las organizaciones pro desarrollo -el 85% considera que ayudan a elevar el nivel de vida de los países pobres- y en el buen uso que éstas hacen de sus recursos. Junto a esa confianza, el informe revela que los españoles demandan más transparencia por parte de las organizaciones. 'Esto indica que aunque las ONG para el desarrollo poseen instrumentos de control y calidad para promover la mejora en la gestión, éstos no son suficientemente conocidos por la opinión pública', concluyó Carlos Mataix.
La fuerza de un 'tsunami'
Más de la mitad del dinero que manejan las ONG para el desarrollo proviene de bolsillos privados. En concreto, un 54% de los ingresos de estas entidades en 2004 (530 millones de euros) fueron aportados por fuentes privadas, frente a un 46% que provino del sector público. 'Cabe deducir, por tanto, que la participación económica de la población es alta', señalaron durante la presentación del informe representantes de la Cogde.Para corroborar esos datos, el estudio impulsado por la coordinadora incluyó una pregunta a los encuestados sobre su colaboración en la campaña de ayuda por la catástrofe del tsunami que asoló el sudeste asiático. 'Seis de cada diez encuestados respondieron afirmativamente a esta cuestión. El 91% de quienes afirman que colaboraron lo hicieron a través de una aportación económica', señalaron los representantes de la coordinadora, quienes también reconocieron que es difícil saber cuántas de esas respuestas están condicionadas por 'lo políticamente correcto'. Otro de los datos 'sorprendentes' del estudio es la creencia de una cuarta parte de la población respecto a que en España se cumple el compromiso de destinar el 0,7% del PIB a la ayuda al desarrollo, una promesa incumplida por todos los Gobiernos. El actual Ejecutivo socialista ha prometido alcanzar ese porcentaje en el año 2008.