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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El repunte de la volatilidad

Las condiciones de mercado se han complicado en las últimas dos sesiones, después de que la mayor parte de los índices de Europa y Asia alcanzasen las cotas más altas del año. A continuación las Bolsas han entrado en fase de corrección y la volatilidad ha aumentado.

Más correcto sería decir que ha seguido aumentando, puesto que en la última fase de la subida los índices de volatilidad habían repuntado. El de la Bolsa alemana, el VDax, se ha colocado a un paso del máximo del año, marcado en el mes de abril después de la rebaja de calificación a Ford y General Motors y cuando los inversores temían la desestabilización de los mercados de deuda.

La volatilidad es una medida de riesgo. Una volatilidad alta indica que las probabilidades de que la Bolsa suba mucho o baje mucho son superiores a la media. En teoría, también significa que el mercado está presto a cambiar de tendencia. Como cualquier aproximación cuantitativa al comportamiento humano de los mercados, es una medida elegante e imperfecta y que funciona mejor a toro pasado.

Así, hasta la semana pasada, la idea fundamental que circulaba en los mercados era que la baja volatilidad del mercado y el alto volumen de negocio eran invitaciones a comprar, pues el riesgo estaba controlado. Pero ahora resulta que dicha volatilidad roza los máximos del año, porque ha repuntado cuando el mercado caída. Entonces ¿para qué tanto cálculo?

Es una obviedad que si el mercado se da la vuelta la volatilidad repunta. Pero si repunta desde niveles razonablemente bajos, como es el caso, las caídas son paulatinas. Ayer en los peores momentos de la sesión el Ibex se dejaba un magro 1,31%. Si la volatilidad hubiese sido alta ya antes del cambio de tendencia las pérdidas habrían sido mayores.

Bolas de cristal no hay muchas en la Bolsa. Pero sí hay elementos, como la volatilidad, que dan pistas al inversor. Y, aunque la caída de las últimas sesiones no sea plato de gusto, al ser paulatina, poco o nada violenta, el inversor tiene tiempo de vender.

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