Bruselas cambia el rumbo en su política biotecnológica

La puesta en marcha de la nueva política biotecnológica comunitaria es una de las cuentas pendientes de la Comisión Europea presidida por José Manuel Durão Barroso desde que empezó a funcionar en noviembre del año pasado. Esta política, según ha adelantado Günter Verheugen, vicepresidente de la Comisión y comisario de Empresa e Industria, se basará en dos pilares: relanzar la estrategia de Lisboa, que aspira a una inversión media de los Veinticinco del 3% del PIB en I+D, y el llamado 'plan de acción' en Ciencias de la Vida y Biotecnología que contempla nuevas inversiones en diferentes programas.

Verheugen apunta que su nueva estrategia -heredera de la del anterior comisario Erkki Liikanen- será 'más realista', aunque en su opinión 'no se puede dejar de lado la competitividad'.

Los datos son crudos: la industria europea invierte en I+D en el ámbito de la biotecnología alrededor de 6.000 millones de euros al año, una cifra que es casi tres veces inferior a la que destina el sector privado en Estados Unidos.

La Comisión quiere dar más apoyo mediante el impulso de proyectos, entre los que destaca el Programa de Empresa e Innovación, al que se destina un presupuesto de 2.600 millones de euros para las pymes, entre las que se encuentra un amplio número de biosanitarias.