Alsa y National Express negocian su fusión para crear un coloso europeo
La empresa española de transporte por carretera Alsa y el grupo británico de autobuses y ferrocarriles National Express mantienen negociaciones para un posible acuerdo de integración que daría lugar a la mayor empresa europea de transporte de viajeros, según confirmaron ayer las dos compañías.
Alsa, propiedad al 100% de la familia Cosmen, aseguró que la operación se enmarca dentro de su política de expansión y de posicionarse a escala internacional.
La firma británica afirmó ayer en un comunicado: 'La junta confirma que está en conversaciones con los accionistas de Alsa (...), y que puede llevar a cabo una integración de sus negocios. No hay certeza sobre si la transacción puede quedar completada'.
Según fuentes financieras británicas, la operación podría estar valorada en unos 380 millones de euros. Aunque según las dos compañías, aún no se ha alcanzado un acuerdo, éste podría llegar en los próximos días, según las mismas fuentes.
La centenaria Alsa emplea a 2.860 trabajadores y cuenta con una flota de 1.251 vehículos, con los que en el pasado año transportó a 95 millones de pasajeros, para cerrar el ejercicio con una facturación de 401 millones de euros.
En 1984 Alsa se convirtió en la primera compañía extranjera de transporte autorizada a operar en China. En la actualidad, está presente en las tres principales ciudades chinas -Pekín, Shangai y Tianjin-, sus servicios operan en 16 provincias y atiende 436 destinos.
También opera en Marruecos, donde desde el año 1999 gestiona el transporte urbano en la ciudad de Marrakech, Suiza, Chile y Portugal.
En cuanto al grupo británico, que cotiza en la Bolsa de Londres desde 1992, cuenta con 43.000 empleados. Es una de las principales empresas de transporte público británico, y además opera en Norteamérica. La compañía presta servicios de transporte en autobús y tren a más de 1.000 millones de viajeros al año, y cerró 2004 con ingresos de 3.776 millones de euros. Su estrategia de crecimiento pasa por adquirir otras empresas.
Una posible fusión con Alsa le permitiría entrar a competir en el negocio ferroviario español, en proceso de liberalización.
Fortalecer a la compañía asturiana
Alsa no quiere que se hable de venta. Así lo ratificó ayer un portavoz a la agencia Efe, quien aseguró que se trata de una 'integración'. En los mismos términos se expresó ayer el Gobierno asturiano, cuya portavoz afirmó que tiene constancia de que las conversaciones abiertas entre la empresa española y el grupo británico no supondrán la venta de la compañía fundada hace más de un siglo en Asturias por la familia Cosmen, que mantiene el control de la sociedad. 'Se trata de una integración para fortalecer a la compañía asturiana', afirmó.