España pierde 1.720 millones en hurtos
Las cuantiosas inversiones en seguridad permiten a las empresas bajar un 6% la pérdida desconocida
Se frivoliza mucho, hasta las series de televisión reflejan los pequeños robos de forma cómica, pero se trata de un delito que afecta a todos: a las distribuidoras, que este año han invertido el 0,2% de su facturación en seguridad; a la justicia y a los ciudadanos. Según nuestro estudio, 'las pérdidas de las empresas repercuten 150 euros al año en cada familia española', afirma Rosario Pedrosa, responsable de AEOC, la asociación española de fabricantes y distribuidores.
Y eso que hay métodos tan sencillos como comprar bolsas de basura transparentes para evitar que los empleados saquen artículos de la tienda. Pero hay que dejar de considerar los hurtos como un gasto más de la empresa.
El sector de la gran distribución español ha perdido 1.720 millones de euros este año en hurtos y errores administrativos. Aunque esta cifra es un 6% menor que la del ejercicio pasado, sigue suponiendo el 1,28% del total de la facturación. No es extrañar que desde AEOC quieran ponerle freno.
El primer paso, según Rosario Pedrosa, es procedimentarlo todo: estudiar el perfil, modus operandi y preferencias del delincuente, inventariar las mercancías y analizar los procesos de trabajo normales de la tienda para blindarlos.
Hay que tener en cuenta que el 30% de la llamada pérdida desconocida procede de los hurtos de los propios trabajadores de la casa. Roban menos, pero más cantidad. De hecho, el valor medio del hurto cuando es un empleado quien lo lleva a cabo es de 357 euros. El director de auditoría interna de Cortefiel, presente en el VIII seminario de prevención de la pérdida desconocida celebrado ayer en Madrid, contó un caso acontecido en una de sus tiendas: Un empleado realiza una devolución de 18 euros a un cliente, pero en vez de un marcar esa cantidad en la caja, teclea 60 y se queda con el resto. Para evitar este tipo de tentaciones, en sus tiendas van a introducir un escaneado de tickets, entre otras innovaciones emprendidas desde el año pasado en la cadena.
No es la única. Las empresas europeas consagraron 7.600 millones de euros a la seguridad en 2005, 400 más que el año pasado. Con ello han conseguido reducir sus pérdidas 1.700 millones.
Motivar a los empleados, concienciarlos del problema y formarles para optimizar la tecnología antirrobo son el camino a seguir.
El perfil del ladrón y su modus operandi
El perfil del ladrón común en nada se parece al definido por los profesionales de la seguridad de las grandes superficies: ni es poli toxicómano, ni inmigrante, ni gitano. Hombres con 27 años de media, estudios secundarios o superiores y un trabajo temporal. Roban al menos dos veces a la semana para consumo propio, aunque el 45% lo revenden, según un estudio de la Universidad Carlos III. Sus artículos preferidos son la perfumería, los embutidos ibéricos, los CD, DVD y el alcohol. En el caso de los empleados que hurtan en su lugar de trabajo, suelen tener entre 18 y 30 años, un contrato temporal y desempeñan su labor en la caja o almacén.Otro tópico desmontado. Respecto a otros países europeos, España se mantiene en la media de robos. Francia, Reino Unido, Alemania e Italia superan en varios miles de millones de euros las pérdidas españolas, aunque su volumen de facturación también es mucho mayor.