¢Nuestro retraso sólo es superable con un aumento de productividad y una tecnología superior¢

Más de 500 expertos del mundo político, académico, científico y tecnológico de España y Europa asisten la próxima semana en Madrid a la segunda edición del Congreso Soberanía Tecnológica de Europa, donde debatirán sobre el estado de la cuestión y propondrán soluciones que palien su déficit tecnológico.

Este encuentro, que viene precedido de otro congreso similar celebrado en París (abril 2004) y tendrá continuidad en otro a celebrar en Augsburgo (noviembre 2005), se celebra en el marco del centenario del Instituto de Ingeniería de España: El presidente de esta institución, Luís Giménez-Cassina Basagoiti, insiste en la idea de integración, valora positivamente proyectos como Airbus, Galileo o la alternativa a Google Print, y señala que se debe incidir en el papel que puede jugar el software libre.

El Instituto de la Ingeniería de España, la organización que preside, celebra sus 100 años de existencia con un congreso centrado en el concepto de soberanía tecnológica. ¿A qué se debe esta decisión?

Decidimos dar realce a un movimiento que está viviendo su momento de implantación en países como Francia, Alemania, Reino Unido, Alemania e Italia, el de la defensa de la soberanía tecnológica, que no va contra nadie. Es una iniciativa de consolidación europea que nació en Francia y recibió todo el apoyo de ese Gobierno, con el nombramiento de un comisario para el desarrollo tecnológico, que asiste a este congreso.

En estos momentos, aunque nuestra economía europea está muy ligada a la estadounidense, la amenaza de otras economías, como las de India, Corea o China, es bastante clara. El mensaje que lanzamos a la sociedad es que la UE, que empezó con el mercado único y se consolidó con la moneda única, y que ahora busca la unión política -que no está plenamente consolidada-, debe buscar también el avance en una concentración de esfuerzos en el ámbito tecnológico. El gran mensaje es el de integración de los esfuerzos profesionales y tecnológicos y crear los órganos de actuación. Nuestro retraso solo es superable con un aumento de productividad y una tecnología superior.

En todo caso, Europa no irá por detrás en todos los ámbitos. ¿En qué campos se sitúa la UE a la altura o por delante de sus competidores?

Uno de los ejemplos más bonitos es la colaboración europea en Airbus, en la que participan Francia, Reino Unido, Alemania y España. Es un ejemplo de lo que propugnamos, que Europa se organice en el ámbito empresarial, profesional y tecnológico, hay que creer en la idea de invertir y unir esfuerzos que en solitario son irrealizables.

El proyecto europeo de posicionamiento vía satélite Galileo es otro caso similar, en el que se construye una alternativa europea al actual sistema estadounidense. ¿Cuáles son los costes de una transición como esta? ¿Habrán de afrontarse en muchos otros sectores?

Siempre existen costes. Los expertos son los que los conocen. Algún proyecto puede tener un coste superior directo y a corto plazo. Pero Europa necesita establecer su mapa estratégico de necesidades tecnológicas a largo plazo. Al final sólo se afrontarán los proyectos que en los que el cambio resulte eficiente.

Las tecnologías cambian y condicionan el modo en que accedemos a la información y la cultura. ¿Cómo valora la reacción europea ante el proyecto de biblioteca digital emprendido por la compañía estadounidense Google?

Sin ser personalmente experto en el tema considero que es absolutamente primordial. Lo mismo que sucedió sobre el tema Airbus o Galileo. No son un §yo más§, se trata de decir: necesito buscar algo que defienda mis intereses y estoy dispuesto a hacerlo con los demás. La importancia del aspecto cultural en la consecución de la soberanía es clarísimo. En España se ven movimientos peligrosos que buscan la división en lugar de buscar los lazos que nos unen. Me da envidia ver un país como EEUU que, a parte de su gran rendimiento, llega a crear una cultura común. A nosotros a veces nos da miedo entrar en determinados asuntos que pueden generar enfrentamientos entre países. Todo proyecto que ayude a desarrollar esas bases y raíces comunes es positivo.

¿Qué opinión le merece que una empresa estadounidense, Microsoft, haya creado un programa por el que los Gobiernos pueden conocer parte del código de sus sistemas operativos y programas para garantizar su seguridad?.

Microsoft ha tenido que modificar sus comportamientos a veces por acción de los jueces en temas de competencia, y en otras ocasiones porque lógicamente el que hace algo tiene la llave para controlarlo. Independientemente de que todo sistema tenga su punto vulnerable, si no está en la mano de los gobiernos europeos garantizar la fiabilidad del software la inseguridad de las administraciones es importante.

¿Qué papel puede jugar en este punto el software libre?

El software libre es una de las áreas donde debemos incidir. En el congreso estará presente, y esperamos que los destacados asistentes al congreso.

La fuga de cerebros afecta también a los ingenieros ¿Qué hacen o pueden hacer administración y empresas para evitarlo?

El camino legislativo es clave, y la necesidad de una homologación de estudios es evidente, pero es un proyecto a medio largo plazo. A corto plazo se están haciendo cosas pero donde más se avanza es en la práctica diaria, como con los acuerdos entre universidades técnicas europeas para intercambiar programas y alumnos. Aquí debo romper una lanza por el nivel de la enseñanza en España. Tenemos que hacer llegar a la gente que con los nuevos planes de estudios no se está haciendo un igualamiento a la baja. La administración no va por ese camino.

En España, la inversión en I+D+i ha crecido en los presupuestos de 2006 en torno al 30%. Ese gasto, ¿tardará en equipararse al de los líderes tecnológicos globales?

En España la inversión en relación al PIB está muy por detrás de, por ejemplo, lo que invierte EE UU, lo que también ayuda a la fuga de cerebros. Y eso que EE UU se nutre cada vez más de la cantera asiática en lugar de la europea. Tenemos que invertir en I+D+i, en universidades, para que ellos vengan aquí atraídos por nuestras universidades y nuestros proyectos. Y España deb ser el referente hispanoamericano en enseñanzas tecnológicas.

Existen también condicionantes estructurales, políticos, culturales y sociales que hacen diferente a Europa respecto a sus competirores. ¿Cómo han de afrontarse esas peculiaridades?

Se han dado pasos fiscales en materia de I+D pero son poco conocidas las posibilidades que ofrecen. Bruselas favorece estos proyectos y la impresión es que no existen los foros de intercambio necesarios. Uno de los objetivos del congreso debe ser informar sobre la situación en todos esos ámbitos. También pretendemos dar a conocer que en España tenemos grandes multinacionales, como Telefónica y Endesa, dos de los patrocinadores del Congreso, que pueden sumar en la consecución de nuestros objetivos.