Unificar los sistemas de pago en la zona euro costará 1.300 millones a la banca

El mercado único de pagos para la zona euro está cada vez más cercano. En 2006 las entidades pondrán en marcha los proyectos pilotos para desarrollar una iniciativa que costará al sector financiero 1.300 millones, según Caja Madrid

El área única de pagos para la eurozona (Sepa, en sus siglas en inglés), es una iniciativa impulsada desde Bruselas para que las entidades financieras trabajen en la adopción de un sistema uniforme para tramitar y compensar los pagos -tanto transferencias, como domiciliaciones y pagos con tarjetas-.

La meta está muy clara: conseguir que antes de 2010 cualquier ciudadano comunitario pueda domiciliar un recibo o realizar una transferencia entre dos países de la zona euro con la misma rapidez. 'La tierra prometida', según lo calificó ayer Javier Aríztegui, director general de operaciones y sistemas de pagos del Banco de España, en un encuentro con responsables de medios de pagos organizado.

Durante la reunión, organizada por Swift -una cooperativa de bancos que ha creado un protocolo para pagos nacionales e internacionales-, se pusieron sobre la mesa las luces y las sombras de la propuesta.

Entre las sombras: el fuerte desembolso que tendrá que realizar los bancos y cajas españoles para adoptar el Sepa, que Ricardo Morado, responsable de sistemas y canales de Caja Madrid cifró en 1.300 millones de euros.

Los costes del proyecto se van conociendo, pero en lo referente a los ingresos hay muchas dudas en el sector. 'En España el sistema de transferencias y domiciliaciones es muy eficiente', explica Juan Antonio García Gálvez, presidente de la recién creada Sociedad Española de Sistemas de Pagos. 'Las entidades no pueden trasladar al cliente el coste de implantar un sistema del que apenas se van a beneficiar. De los pagos que se hacen en España, si prescindimos de las tarjetas y el efectivo, más del 98% son de ámbito nacional', añadió.

Sin hacer los deberes

El escepticismo respecto a la viabilidad económica del proyecto y a las quejas por los precios que tendrán los pagos homologados por el Sepa, se refleja en la falta de entusiasmo que las entidades ponen para el cambio de sistema. De hecho, el calendario de aplicación se ha retrasado. Las previsiones iniciales hablaban del inicio 2008 como fecha de inicio de las marco Sepa. Ahora, la fecha de comienzo que se baraja es el otoño de ese año.

Los responsables del Banco de España presentes en el encuentro, urgieron a bancos y cajas a comprometerse más con un proyecto. 'Todavía hay 20 entidades que no han definido su estrategia de migración', advirtió Aríztegui.

A pesar de las reticencias, pocos dudan de que el proyecto será una realidad antes o después. Muchas multinacionales se beneficiarían con la uniformización de los sistemas de pagos. 'Tener una forma de pago única en todos los países donde opera una firma favorecerá notablemente el ahorro de costes', argumentó el responsable de pagos del Banco de España.

Una de las propuestas que el Banco Central Europeo (BCE) ha realizado para incentivar el cambio de sistema, consiste en que las primeras entidades en migrar.

En los próximos meses, el BCE publicará las tarifas del nuevo sistema.