El Caribe se convierte en la nueva mina para hoteleros
E l Caribe es uno de los destinos más rentables para las cadenas hoteleras españolas. Tanto es así que la mayoría de ellas aceleran sus planes para estar allí. Las empresas vacacionales ya implantadas desde hace tiempo como Riu, Occidental, Oasis, Barceló o Sol Meliá, anuncian que multiplicarán su oferta, al tiempo que las urbanas como Hesperia o NH (principiantes en este mercado), avisan que se instalarán con fuertes inversiones en Cuba, República Dominicana o México.
En general, los empresarios españoles huyen de la sobreoferta existente aquí y se refugian cerca del Mar Caribe donde la oferta de habitaciones representa tan sólo un 7% de la que hay en algunas zonas saturadas del Mediterráneo.
Otra de las ventajas es el alto nivel de ocupación que logran los hoteles durante todo el año. 'Las condiciones meteorológicas permiten tener abiertos los establecimientos en las cuatro estaciones, lo que hace que estén al 80% de media anual', explica Paco Carrera, nuevo director comercial de la cadena española Oasis. 'En España esta ocupación es difícil de conseguir ya que la media anual de demanda en los hoteles de costa está en el 65%, en el mejor de los casos', argumenta. En la costa española, por el contrario, la mayoría de los hoteles cierran en temporada baja y eso afecta a la rentabilidad.
El Caribe recibe cerca de 48 millones de turistas al año. La mayoría de estos visitantes procede de los países latinoamericanos, seguido de Estados Unidos y Europa. 'Son muchos los mercados emisores que tienen estos destinos y si falla el europeo se compensa con el americano y viceversa', comenta Carrera. De esta forma, no sufren de crisis en la demanda como sucede en España cuando sus mercados principales (el alemán y el británico) están más débiles.
Pero lo que está impulsando realmente el negocio caribeño es la fórmula que domina el sector hotelero, all inclusive (todos los gastos pagados). 'Con menores costes, el hotel obtiene mayores ingresos', dicen en Iberostar. Además, estos complejos de todo incluido proporcionan una comodidad al cliente adicional ya que no tienen que preocuparse más que de disfrutar, añaden en Riu.
Los hoteleros creen que este modelo vive su mejor momento ya que el gasto por turista está cayendo. 'Aunque el número de visitantes es mayor que nunca', dicen los hoteleros. Bajo esta premisa, el empresario se garantiza con este régimen unos ingresos fijos y constantes durante todo el año con menores costes de servicio y administración.
Con todo ello, la rentabilidad de estos hoteleras caribeños está un 10% por encima de los hoteles de costa española, según la cadena Oasis.
Otra de las cosas que los hoteleros españoles agradecen del mercado caribeño son los precios constantes por habitación. 'Se da la circunstancia que las tarifas se mantienen similares en las diferentes estaciones del año y no fluctúan tanto como en España, donde a veces, la sobreoferta obliga a bajar los precios tanto que llegan a afectar gravemente a los resultados', advierte Carrera.
En la actualidad, Oasis cuenta con siete establecimientos en la zona costera mexicana y estudia acometer nuevas inversiones en los años 2007 y 2008 en otros lugares del Caribe como Cuba o República Dominicana. Las cadenas Hesperia y NH anunciaron recientemente proyectos de 200 millones y de 650 millones de euros respectivamente para nuevas aperturas, en su estrategia de reforzar el sol y playa. También Iberostar anunció inversiones por valor de 200 millones.