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CincoSentidos

Cuidados después del cálido verano

Tres kilos añadidos es uno de los balances que los adultos sacan de media por los excesos que acompañan a las relajantes jornadas de vacaciones y a las largas noches veraniegas. Y es quizá por ello, según las personas que dirigen centros de belleza y SPA, por lo que septiembre es el mes en el que más personas deciden el inicio de algún programa que elimine el impacto de la cerveza y la paella antes de que el uso del abrigo tape sin solucionar los desperfectos.

Pero, además, en cada temporada se suma a los ya existentes un nuevo tratamiento, ya sea a través de láser u otras tecnologías, para perder kilos sin titánicos esfuerzos, siempre que el peso sobrante sea moderado. Así aparatos, masajes, moderación y constancia pueden ser los mejores aliados para perder kilos. 'A veces hace falta un tratamiento de choque cuando en el verano se ha ganado peso y se ha abandonado el cuidado del cuerpo', señala Mónica Ceño, directora de The Lab Room, que cuenta con un centro en Madrid y con casi 700 metros cuadrados en una de las plantas del madrileño hotel Miguel Ángel, en donde la clientela masculina es mayoritaria. Al igual que otros expertos se pronuncia a favor del diagnóstico personalizado, aunque normalmente se aconseja un conjunto de tratamientos que comprende diversos tipos de masajes y la hidroterapia (jacuzzi, piscina y baño turco). Además, es posible optar al studio fitness, al que los responsables The Lab Room no quieren etiquetar como mero gimnasio. El precio del pack de 10 sesiones de entrenamiento personal individualizado en las instalaciones del hotel se eleva a 400 euros.

En Iradier, centro de Barcelona especializado en el público femenino, los tratamientos basados en el uso de fangos y sales del Mar Muerto son algunos de los que posibilitan perder volumen y mejorar el aspecto sin realizar ejercicios físicos. Mientras, en el Hotel Princesa Sofia de la capital catalana algunos de los programas están además centrados en la reducción del estrés. Según Armallak Sierra, de centro Cristina Herraiz de Madrid, lo primero que se aplica a los clientes, que llegan allí después del verano, es un peeling corporal para preparar la piel y absorber mejor los tratamientos posteriores. Luego vendrán los masajes, la gimnasia pasiva, los drenajes linfáticos y la utilización de técnicas como las que aporta el Dermosonic (ultrasonido que se usa para la remodelación del cuerpo).

En función del peso a perder y de otros factores, se fija un posible plan intensivo que dura unos dos meses y medio, con tres sesiones por cada semana, señala Armallak Sierra (el precio por sesión está en el entorno de los 33 euros). Cada día es más frecuente que los hombres acudan a este tipo de centros para programas adaptados a ellos que no difieren demasiado de los seguidos por el público femenino.

Las opciones son crecientes, aunque no siempre sean eficaces para todas las personas. A los iniciales aparatos de gimnasia pasiva y el posterior láser se han unido tecnologías como el wonder body, que se basa en las ondas eléctricas y el poder desintoxicador del fango o aparatos que ayudan a diluir el exceso de tejido adiposo con ondas infrarrojas.

Las algas, el fango, los masajes y el poder del agua son las bases de los tratamientos de estética y relax que se imparten del SPA Jardines de Albia de Bilbao.

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