Confusión alemana
De estas elecciones legislativas en Alemania no han surgido más que perdedores. Gerhard Schröder hará mal en quedarse en el poder. Sus antiguos aliados verdes amenazan con volver a la oposición. Angela Merkel ofrece uno de los peores resultados de la democracia cristiana (...). Los liberales obtienen un resultado inesperado próximo al 10% de los votos (...). Se van a encontrar en los bancos de la oposición cuando su verdadera naturaleza es apoyar a las mayorías gubernamentales.
Sólo un partido ha cumplido todos sus objetivos. El partido de la izquierda radical (...). No buscan participar en el Gobierno (...). No sin cinismo, se declaran incluso a favor de una gran coalición entre cristianodemócratas y socialdemócratas, pues ven dos ventajas: por un lado, la presencia del SPD en el Gobierno moderaría los ardores reformadores de la derecha; por otro, la historia muestra que una gran coalición favorece a las pequeñas formaciones que sacan partido del descontento (...).
La aparición de un partido de izquierda contestatario introduce un (...) elemento que, en el futuro, hará la formación de mayorías cada vez más difícil.