El Congreso acoge la reforma del Estatuto valenciano con reproches al de Cataluña
El Congreso tomó ayer en consideración la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana en medio de numerosos reproches, compartidos de forma desigual por el Gobierno, el PSOE y el PP, a la orientación que Convergència i Unió y Esquerra Republicana quieren dar al nuevo Estatuto que elabora en su recta final el Parlamento catalán.
En la sesión plenaria celebrada ayer se habló más, de forma implícita, del Estatuto catalán y de la amenaza que los principales partidos observan en el mismo en caso de que prosperen las aspiraciones de CiU, que del Estatuto valenciano. Y eso que todo el protagonismo correspondía a esta última comunidad, pues no en vano es la primera vez que llega al Congreso una reforma de su Estatuto tan ambiciosa bendecida por las dos principales fuerzas políticas. Con los votos favorables del PSOE, el PP, CiU y el PNV, el rechazo de IU y la abstención de la mayoría del resto de los grupos, quedó aprobada su toma en consideración, paso que conducirá a un denso trámite legislativo.
El debate de ayer se produce a sólo seis días de que CiU celebre su consejo extraordinario para decidir si apoya o no el nuevo Estatuto catalán y a poco más de una semana de que se produzca en el Parlamento catalán la votación definitiva. Entre las principales fuerzas políticas cunde el pesimismo sobre el proceso catalán, desde la consideración de que CiU terminará por vetar la reforma y la preocupación por las consecuencias políticas de su fracaso en Cataluña y en Madrid.
En nombre del Gobierno intervino la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien después de elogiar el consenso con el que ha sido elaborada la reforma estatutaria valenciana, enfatizó los tres pilares que la presiden: acuerdo, ciudadanía y Constitución. 'Hoy el Gobierno reafirma y renueva su triple compromiso de apoyar todas aquellas reformas de los estatutos de autonomía que se promuevan con un amplio consenso y que no extralimiten el marco establecido por la Carta Magna', subrayó. En las mismas coordenadas insistieron los discursos del secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y del portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los portavoces del PP también incidieron en la compleja deriva que presenta el Estatuto catalán y para ello tomaron como contraste la reforma valenciana que ayer entró en el Congreso. El diputado por Alicante Federico Trillo señaló que 'hacer el Estatuto deliberadamente fuera de la Constitución, buscando eludirla o ignorarla, sería, no ya inconstitucional sino, más aún, ignorar y usurpar el poder constituyente, atribuirse potestades que sólo competen al conjunto de los españoles, esto es, a la nación española'.
En otra referencia a la reforma que se quiere propiciar desde Cataluña, Trillo acentuó que 'el estatuto valenciano no habla de otra nación que no sea la nación española'. El portavoz del PP valenciano, Serafín Castellano, martilleó el mismo clavo: 'En nuestro Estatuto abogamos por un acuerdo global entre el Estado y las comunidades autónomas sobre el sistema de financiación, porque no puede haber uno distinto en cada comunidad'.
Una agencia tributaria coordinada con la estatal
El Estatuto valenciano incorpora la creación de una agencia tributaria propia para esta comunidad que estará coordinada con la Hacienda estatal. Esta fórmula no levanta suspicacias en el Gobierno, en contraste con la que se plantea desde Cataluña.Entre los artículos del Estatuto valenciano que sí son polémicos figura el que prevé para la comunidad cualquier nueva competencia que se otorgue a otro territorio. Será enmendado por el PSOE y el PP durante el trámite parlamentario.El Estatuto fija en el 5% el límite mínimo de representación para acceder a un escaño regional y concede al Gobierno autónomo la posibilidad de disolver las Cortes valencianas.