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CincoSentidos

Los mejores países del mundo para hacer negocios

Ocupa el puesto 30 en la lista de las economías con más facilidades para la empresa que realiza el Banco Mundial

En un mundo diseñado a la medida de un empresario, la creación de una empresa de 50 empleados se realizaría en Canadá (dos trámites a realizar en tres días y sin exigencia de capital mínimo), la tramitación de permisos para operar se llevaría a cabo en el pequeño estado de Palau (seis trámites en un plazo de 67 días), la obtención de un crédito se cerraría en el Reino Unido (la legislación más ágil y mejor diseñada al efecto), el pago de impuestos, en Maldivas (un sólo pago por un valor del 5,5% del beneficio bruto) y la liquidación de la compañía se llevaría a cabo en Japón. En el país nipón los inversores recuperan 92 centavos por cada dólar que invierten y consumen únicamente el 4% del patrimonio en el proceso de liquidación.

En el áspero mundo real, un empresario español necesita completar diez trámites, esperar 47 días y aportar un capital mínimo para constituir esa misma empresa. Después, ha de realizar otros 12 trámites y esperar otros 277 días para obtener los permisos y licencias necesarios para operar. También debe aportar siete pagos en concepto de impuestos y por valor del 48% del beneficio bruto, un proceso en el que invertirá 56 horas. El proceso de liquidación durará de media un año y el coste de su tramitación hará desaparecer el 18% de su patrimonio.

Todos estos datos son los responsables de que España figure en un discreto puesto 30 en el último informe sobre los mejores países para hacer negocios que ha publicado la Corporación Financiera Internacional (IFC en sus siglas en inglés), un organismo del Banco Mundial. El IFC, que analiza cada año el índice de facilidades para hacer negocios en un total de 117 economías, coloca a Nueva Zelanda al frente de la clasificación, seguida de Singapur y Estados Unidos. Tras este trío de países facilitadores de la actividad empresarial y antes de llegar al puesto 30 de España, la lista incluye a potencias como Canadá, Noruega, Reino Unido, Japón Suecia, Alemania o los Países Bajos; también figuran por delante de España economías como la de Lituania, Estonia, Chile o Letonia.

Pese a las cargas burocráticas que todavía persisten en la economía española en relación a otros países, hay quien está todavía en bastante peor situación. Tras la posición española se clasifican países europeos como Austria (32), Portugal (42), Francia (44) o Italia (70). En todos ellos los empresarios necesitan superar más obstáculos, invertir más tiempo o gastar más dinero en llevar a cabo sus negocios.

El análisis de cada país que se realiza en el informe incluye diez variables que dan lugar a una puntuación global. En el caso de España, los aspectos mejor valorados son el comercio transfronterizo, la liquidación de la empresa, el cumplimiento de contratos, el pago de impuestos, la obtención de crédito y el registro de la propiedad. Así, los empresarios españoles invierten, por ejemplo, sólo nueve días en exportar productos y uno más en importarlos; mientras que los neozelandeses (a la cabeza de la clasificación general) deben esperar ocho para exportar y 13 para importar. En el otro extremo, un francés debe aguardar 22 días para exportar y 23 para importar. Algo similar ocurre con la liquidación de una compañía: el año que dura el proceso en España se convierte en dos en Nueva Zelanda.

Los suspensos de la legislación empresarial española

 

Un mercado de trabajo excesivamente rígido

El aspecto peor valorado del marco legal en el que deben operar las empresas españolas es, según el informe del IFC, 'las dificultades que afrontan los emprendedores para contratar y despedir trabajadores'.El IFC asigna a España un índice de rigidez laboral del 66, muy lejos del 14 del Reino Unido o del 20 de Dinamarca. También el índice de inflexibilidad en los horarios es muy elevado, una puntuación de 80 frente a otros países como Estados Unidos (0) o Reino Unido (20). El coste de contratar asalariados, por ejemplo, es del 31% del salario del trabajador en España; mientras que en Nueva Zelanda y en Estados Unidos el coste es 0, en Dinamarca es del 0,7% del salario y en Reino Unido del 8,7%.

Demasiadas trabas para constituir sociedades

De los dos trámites en tres días y sin exigencia de capital mínimo que contempla la legislación de Canadá, a los diez trámites y 47 días que han de superar los emprendedores españoles para constituir un negocio media un abismo. España cuenta con una puntuación baja en este aspecto, que coloca al país por debajo de economías como la de Estados Unidos (cinco trámites en cinco días) o Reino Unido (seis trámites en 18 días); pero también detrás de Chile (nueve trámites en 27 días) o Letonia (siete trámites en 18 días). Naturalmente, hay países que están en peor situación. Los empresarios portugueses deben realizar once trámites y esperar 54 días y los de Togo, unos 13 en un total de 53 días.

Poca protección hacia los inversores

Nueva Zelanda, el país que encabeza la clasificación realizada por el IFC, recibe un 9,7 en cuanto al potencial para proteger a los inversores, un 9 en cuanto a los límites de responsabilidad del empresario, un 10 en lo que se refiere a las facilidades para que los accionistas emprendan acciones legales y otro 9 en transparencia del mercado.Si nos trasladamos a España, país clasificado en líneas generales en la posición número 30 del estudio, el potencial para proteger al inversor desciende al 4,7; los límites de responsabilidad del empresario al 6; las posibilidades de los accionistas para emprender acciones legales, al 4 y el nivel de transparencia del mercado, al 4 también.

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