Almunia apunta al déficit exterior y la pérdida de competitividad como principales problemas de España
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, alertó hoy de que los principales problemas de la economía española son el elevado déficit exterior, la pérdida de competitividad en los precios y costes laborales y las carencias en materia de educación, y ha advertido de que estos problemas no se pueden ignorar a pesar del buen estado de la economía española.
La tasa de inflación y la evolución de los costes unitarios del trabajo "nos están haciendo perder competitividad desde que ingresamos en el euro", según Almunia. Además, el comisario explicó que "no se puede mirar sólo al corto plazo", y que en la agenda española deben incluirse ciertos problemas, para que no generen "dolores de cabeza" dentro de cinco años.
Almunia ha resaltado que uno de estos problemas "por encima de otros" es la educación, desde la escuela primaria hasta la investigación científica, y aseguró que la educación debe ser "la primera, la segunda y la tercera prioridad" en relación con los problemas estructurales.
No obstante, Almunia se mostró en parte optimista y ha declarado durante su intervención en el Foro de la Nueva Economía que "desde el punto de vista macroeconómico figuramos en los primeros lugares del ranking".
Además, el comisario también se refirió a la reciente decisión del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de incrementar los impuestos que gravan el tabaco y el alcohol, y aseguró que estos asuntos competen a los gobiernos nacionales. Explicó que, en caso de que se tomen medidas que tienden a engrosar el déficit público, Bruselas manifiesta su oposición, pero si no las aplaude.
El comisario europeo adelantó que el Ejecutivo comunitario reducirá su perspectiva de crecimiento de la zona euro alrededor de tres décimas en su próxima previsión económica, que será publicada en noviembre, y ha estimado que la economía de la eurozona crecerá entre un 1,2% y un 1,3% este año.
Almunia ha subrayado que la principal causa de que la cifra de crecimiento sea inferior a las previsiones de la Comisión está relacionada principalmente con la subida de los precios del petróleo, y ha resaltado que el precio del crudo se ha encarecido en un 80% a lo largo de este año.
Asimismo, el comisario indicó que también será rebajada la previsión de crecimiento de la Unión Europea en conjunto, que fue situada en el 2% en primavera y que en otoño se revisará hasta el 1,7% o el 1,8%.
"Esto en sí mismo no incita al optimismo", apuntó Almunia, quien explicó que en los últimos meses empiezan a aparecer indicadores positivos de actividad y de confianza, que favorecerán que a finales de este año "el ritmo de crecimiento será un ritmo que nos permita crecer el año que viene bastante más que este año".
Recuperación a finales de 2005
Además, Almunia se ha mostrado "moderadamente optimista" debido a que las condiciones de saneamiento de las empresas, de financiación y orientación de la política monetaria, los bajos tipos de interés, los balances de las empresas y la demanda contenida de los consumidores son "elementos que invitan a pensar que las economías europeas tienen ganas de crecer más", una tendencia que a su juicio sólo puede ser estropeada por una nueva escalada de los precios del petróleo.
Por otra parte, el responsable de Economía del Ejecutivo comunitario también se refirió al resultado de las elecciones legislativas en Alemania, y afirmó que lo que piden los alemanes al nuevo Gobierno es "determinación para seguir adelante con las reformas emprendidas por el gabinete de Gerhard Schroeder".
Además, Almunia ha advertido de que este proceso de reformas es imprescindible para generar crecimiento y crear confianza en los consumidores alemanes, "que se resisten a consumir y tienen una tasa de ahorro muy por encima de lo que sería bueno para la actividad económica en Alemania".
Por último, en relación con las perspectivas europeas, Almunia declaró que no cree probable que haya un acuerdo antes de que acabe 2005, debido a que Reino Unido, que ocupa la presidencia de la Unión durante este semestre, no ha mostrado mucha preocupación en este sentido.