Bruselas respalda el fin de la restricción laboral a los nuevos miembros
La Unión Europea ha iniciado el proceso de consultas entre los Estados miembros, los agentes sociales y la Comisión para analizar la posibilidad de no prorrogar durante tres años más el periodo transitorio actual que limita la libre circulación de trabajadores del Este hasta 2006.
En una reunión del Grupo de Alto Nivel sobre la Libre Circulación de Trabajadores, los Veinticinco analizaron el viernes los flujos de mano de obra que se han producido desde la entrada a la Unión. Aunque no se publicará un informe oficial hasta enero, las primeras impresiones de los funcionarios de la comisión es positiva hacia la eliminación de trabas cuanto antes.
El derecho a vivir y trabajar en toda la UE es fundamental para los ciudadanos del bloque', señaló en Vladimir Spidla, comisario europeo de Asuntos Laborales y Sociales. Los datos actuales muestran que no ha habido grandes movimientos de empleo desde la ampliación, dijo Spidla. En su opinión, la llegada de trabajadores procedentes de los nuevos integrantes de la UE ha traído beneficios económicos para los Estados que abrieron sus mercados laborales a ellos. Lo han hecho Gran Bretaña, Irlanda y Suecia.
Los 15 miembros más antiguos de la UE se aseguraron el derecho a restringir el acceso a sus mercados laborales por un período de hasta siete años para los trabajadores de los 10 países que se incorporaron en mayo de 2004, por temor a un gran flujo de mano de obra barata del Este.
Los países afectados son República Checa, Estonia, Chipre, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia. Su población en conjunto asciende a unos 75 millones, de un total de 450 millones de la UE ampliada.
Un estudio reciente del organismo de derechos civiles Servicio de Acción Ciudadana concluye que aquellos miembros de la UE que mantienen limitaciones sobre los trabajadores, como Alemania y Francia, se arriesgan a un incremento del mercado negro, donde la gente trabaja ilegalmente y no paga impuestos.