Francia, primera gran economía de la eurozona que limita el IRPF al 40%
La propuesta de reforma fiscal anunciada hace dos semanas por el primer ministro galo, Dominique de Villepin, fue presentada por el titular de Economía y Finanzas, Terry Breton, el pasado martes. Bretón presentó la reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), para los ingresos obtenidos en 2006, que pasará de siete a cinco tramos impositivos y que desciende su tipo máximo y mínimo, del 48,09% al 40% y del 6,83% al 5,5% respectivamente.
Con esta medida, el Ejecutivo francés es la primera gran economía de la zona euro que sitúa su impuesto sobre la renta en el 40% y se aleja, así, de la media impositiva de los países de la UE-15, que se sitúa en el 47,14%. Pero, al mismo tiempo, se acerca a la media de la UE de 25 países, el 41,61%. Con esta fórmula el Gobierno de Dominique de Villepin pretende incentivar la demanda interna del país y fomentar el crecimiento económico.
Otro de los apartados que contempla la reforma fiscal es, el llamado por el Terry Breton 'escudo fiscal', que estipula que 'ningún contribuyente francés pague impuestos directos superiores al 60% de sus ingresos'. De esta forma, la suma de las tributaciones en IRPF, impuestos locales y el tributo sobre la fortuna personal de los ciudadanos franceses, no pueden superar dicha cifra y en caso de que así sea, les será devuelta la parte correspondiente.
En contrapartida, el gobierno galo limita algunas de las deducciones fiscales existentes hasta ahora a 8.000 euros. Unas deducciones que, según indicó el propio equipo de Breton, suelen beneficiar a los ciudadanos más adinerados.
Con esta transformación de la fiscalidad gala, el Ejecutivo pretende 'hacer más justo' el impuesto sobre la renta y beneficiar a las clases medias. Sin embargo, las quejas no han tardado en llegar por parte de la oposición de izquierdas, que ha calificado la reforma como un 'escudo' para las clases más adineradas.
La reforma planeada por el equipo de Breton supondrá una rebaja impositiva de 3.500 millones de euros, que beneficiará a los hogares que cuentan con unas rentas anuales entre 10.000 y 40.000 euros.
El nuevo contrato genera 31.000 empleos en un mes
Unos 31.000 empleos de nueva contratación, medida estrella del plan gubernamental de urgencia para el empleo, se han contabilizado entre el pasado 4 de agosto, cuando entró en vigor, y el 1 de septiembre. Esta cifra, basada en 'declaraciones de intenciones de contratación' por parte de empresas, fue difundida ayer por un organismo de la Seguridad Social, Acoss, al que el Gobierno francés encargó que contabilizara estos nuevos contratos.Están destinados a las empresas de menos de 20 asalariados y permiten durante dos años al empresario despedir al contratado sin tener que justificar el despido. Los sindicatos y la oposición de izquierda han denunciado estos contratos, que llaman de 'nueva precariedad'. Cada día 15 del mes, Acoss hará un resumen de los contratos. El número anunciado es provisional.