Trichet acusa a Bruselas de aplicar con benevolencia el nuevo Pacto de Estabilidad
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, acusó ayer a la Comisión y a los gobiernos de la zona euro de 'aplicar con mucha generosidad el reformado Pacto de Estabilidad'. Trichet recordó en su comparecencia trimestral ante el Parlamento Europeo que el BCE 'nunca pidió los cambios del Pacto', pero, una vez hechos, 'deben aplicarse con rigor'. El BCE ha advertido reiteradamente de que una relajación fiscal excesiva pondría en peligro la estabilidad de precios y derivaría en un endurecimiento de la política monetaria.
Los líderes de la UE acordaron en marzo una flexibilización de las normas fiscales. La primera reforma del Pacto firmado en 1997 amplía el margen de maniobra presupuestaria de los gobiernos en períodos de crisis, y relaja los plazos que se imponen a un país para corregir las desviaciones fiscales si el déficit supere el 3% de su PIB.
Trichet acusó a Bruselas de 'conceder plazos relativamente largos a países que han superado recientemente el techo del 3%'. La UE ya ha aplicado el nuevo pacto a Portugal e Italia, a los que ha concedido de plazo hasta 2008 y 2007, respectivamente. Bruselas mantiene abiertos los expedientes contra Francia y Alemania, que superan el 3% de déficit desde hace cuatro años y se habían comprometido a corregirlos en 2005. Trichet observa 'con especial preocupación' el riesgo de que no se cumplan los plazos.