El FMI reclama una acción concertada para resolver los desequilibrios económicos
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclamó ayer una acción concertada para reducir los 'fuertes desequilibrios' económicos que hacen peligrar el crecimiento a escala planetaria.
La muestra más patente de esos desajustes es el déficit por cuenta corriente de EE UU, que alcanzó los 668.00 millones de dólares en 2004 y que se prevé que llegue a 760.00 millones este año, algo que equivale al 6,1% de su PIB nacional.
Al desequilibrio exterior norteamericano se suma el presupuestario, tanto en el mismo país como al otro lado del Océano Atlántico, en la Unión Europea. Además, hay una fuerte correspondencia entre estos desajustes, según pone en evidencia el Fondo en dos capítulos de su tradicional informe semestral, difundidos ayer. Así, el déficit corriente norteamericano se corresponde con el superávit comercial en Asia y está agravado por la escasa demanda en Europa de productos estadounidenses, dado el escaso crecimiento de la zona euro.
Ante tal perspectiva, lo mejor es 'cooperar conjuntamente' en vez de echarse la culpa mutuamente de la situación general, recalcó ayer Raghuram Rajan, economista jefe del FMI, en rueda de prensa, una semana antes de la presentación oficial del informe de perspectivas económicas mundiales.
'No hay una varita mágica que permita atajar la situación actual', recalcó. Ante esta situación lo mejor es una acción concertada y sostenida en el tiempo. A Estados Unidos le conviene un aumento del ahorro público, en mínimos históricos; a Europa, más reformas para fomentar el exiguo crecimiento, a lo que se sumarían medidas para elevar las inversiones en Asia y los países exportadores de petróleo.
Las reformas en Europa pasan por un mayor control del gasto público para hacer frente al envejecimiento de la población que conlleva mayores gastos en sanidad y pensiones.
En cuanto a China, lo más conveniente sería una mayor flexibilidad de su tipo de cambio, en la senda ya iniciada hace dos meses, cuando el Ejecutivo de Pekín dispuso una ligera flotación del yuan chino frente a una cesta de monedas, en vez del tipo fijo con el dólar.
Los modelos de ajuste para Estados Unidos que usa ahora el FMI dibujan dos escenarios posibles. En uno de ellos, los no residentes se muestran interesados en elevar las reservas de bonos del Tesoro por algún tiempo sin reclamar una prima de riesgo. En este caso, sería posible un 'ajuste suave', aunque no exento de problemas porque requeriría una mayor depreciación del dólar, con la correspondiente apreciación de otras divisas y un menor crecimiento en EE UU.
En el segundo escenario, menos benigno y también menos probable, el Fondo contempla un ajuste 'más desordenado', con una caída de la demanda de activos denominados en dólares, dando lugar a fuertes ajustes de tipos de cambio a corto plazo.
Por otro lado, el organismo considera 'adecuada' la política de fijar objetivos de inflación, usada por numerosos países en desarrollo.
Los bajos tipos deben alentar la inversión
Una de las claves para corregir los desequilibrios es la inversión. 'Pasar de un crecimiento impulsado por el consumo a otro dominado por la inversión dados los bajos tipos de interés', insistió ayer el economista jefe Rajan. El FMI entiende que esta opción permitiría absorber el exceso de liquidez mundial y recomponer la evolución del precio del dinero a largo plazo. El organismo mira a las grandes multinacionales como unas de las causantes de la situación actual. En su opinión, muchas empresas han optado por una posición conservadora, invirtiendo con cautela para no caer en los gastos excesivos ocurridos del pasado. El dinero sobrante ha ido al pago de deudas y saneamiento de balances. Pero ahora, 'se necesita más inversión', según Rajan, sobre todo en sectores clave como las petroleras.