Crudo por dinero en la ONU
El programa petróleo por alimentos era el mayor proyecto de ese tipo que la ONU ha organizado jamás, y ha sido algo que la organización se ha mostrado totalmente incapaz de manejar. No sólo los mecanismos de ejecución han fallado estrepitosamente, dejando las decisiones clave sobre la concesión de contratos en las manos de Sadam Husein, sino que los controles y auditorías de Naciones Unidas han fracasado a la hora de hacer frente a la incompetencia y el mal hacer (...).
El informe Volcker ex presidente de la Fed (...) admite que los 64.000 millones de dólares del programa que se prolongó entre 1996 hasta la caída de Sadam en 2003, proveyeron unos mínimos estándares de nutrición y atención sanitaria a millones de iraquíes. Pero 'esos éxitos cayeron bajo una creciente sombra oscura'. Aquella sombra era la corrupción.
El punto más controvertido de todos es el papel del propio Kofi Annan. El secretario general debe ser un diplomático experto, pero está empleado como el 'máximo administrador' de la ONU. Annan no es un hombre venal o corrupto; sus fallos, afirma Volcker, fueron de supervisión y omisión. Pero estos errores han resultado devastadores. Las críticas del informe son incisivas y personales. Annan debe prestarles atención y tomar la única posible y honorable conclusión.