Maragall lima con los partidos catalanes los últimos flecos del Estatuto
Las tres formaciones políticas que integran el Gobierno tripartito de Cataluña se han citado para este sábado con Convergencia i Unió con el fin de sondear la posibilidad de empezar a redactar enmiendas conjuntas al proyecto de reforma estatutaria. Las posibilidades de que esta reforma prospere son todavía inciertas a la vista de la ambigüedad con la que la coalición que preside Artur Mas afronta los trabajos parlamentarios.
Uno de los flecos más importantes que queda por despejar es el de la financiación autonómica, ya que el Gobierno central se niega a que la fórmula precisa defendida por el Ejecutivo de la Generalitat quede incorporada como tal al nuevo Estatuto. Desde el Gobierno se ha advertido públicamente a la Generalitat de que la fórmula de financiación para Cataluña debe negociarse al margen de esta reforma.
El consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, propuso este viernes a Pasqual Maragall que el nuevo modelo de financiación se encauce a través de una negociación 'bilateral' con el Estado, dando por hecho que el nuevo sistema implicará cambios en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca).
La hipótesis de una negociación bilateral también es rechazada por el Gobierno central, convencido de que una reforma de esta envergadura sólo puede abordarse de forma conjunta en el Consejo de Política Fiscal, órgano donde se sientan las 17 comunidades autónomas.