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Pablo García Pérez

'El sector está perdiendo más de 60 puestos de trabajo al día'

El negocio de la ropa afronta su inmediata adaptación

Preside la Semana Internacional de la Moda de Madrid (SIMM), pero su principal labor institucional se desarrolla en Fedecon, la federación que agrupa las empresas españolas de confección. Desde este puesto, en el que lleva 11 años, Pablo García sigue al minuto 'el culebrón del verano', desatado por la importación de ropa made in China por encima de lo pactado el pasado mes de junio entre la UE y el gigante asiático. Pero, sobre todo, García trabaja en la adaptación de la industria española al nuevo entorno y sueña con una SIMM que se lance a hacer actividades en el extranjero.

¿Cuál es la postura de Fedecon ante las importaciones chinas?

Es inaceptable que ahora se quiera sobrepasar los límites pactados en junio. Nos vamos a negar absolutamente y tenemos como aliado al Gobierno español. La única salida es que lo que ahora está retenido entre a cuenta de 2006.

La industria debe reorientarse hacia las series cortas de ropa de alta gama y calidad

El comercio dice que se quedará desabastecido.

Esto es mentira. Se ha creado una alarma social falsa y se ha intoxicado a la opinión pública por parte de Alemania y Reino Unido y de los comerciantes y distribuidores de estos países y de Finlandia y Suecia. Ni un comercio español me ha dicho que vaya a desabastecerse. Además, ¡que compren a los españoles que mantienen 270.000 puestos de trabajo! El empleo en el sector ha caído un 8,6%, lo que supone que se pierden más de 60 puestos de trabajo al día. Es una sangría.

Pero el consumidor compra ahora más barato.

Quizá hayan bajado los precios en ropa de ínfima calidad de los mercadillos, pero no el resto, basta con ver el IPC hasta junio.

¿La confección española puede bajar su precio?

Eso habría que preguntárselo a los comerciantes porque los precios industriales de la confección sólo han subido un 0,7%, por lo que estamos casi sin subida.

¿Cómo afecta este precio a las exportaciones?

En el entorno europeo tenemos precios competitivos. Quizá Portugal esté por debajo de nosotros y también los países del este, pero, en este último caso, su relación calidad precio es menor que la española.

¿Cómo se prepara el sector para la liberalización de 2008?

Hay una mesa abierta con el ministerio de Industria y el de Trabajo a la que asisten las comunidades de Galicia, Cataluña, Valencia y Castilla la Mancha, además de sindicatos y patronal. Se están sentando las bases de la nueva industria y el compromiso es que en septiembre haya ya un plan de choque para el sector.

¿Habrá despidos?

La reducción de empleos se va a dar, pero a través de jubilaciones anticipadas y de fórmulas que, sin coste para la empresa, tampoco tengan coste para el trabajador. Además habrá inversión en I+D y en promoción exterior. Hay que cambiar las estructuras productivas y trabajar en series cortas de prendas, en esas que son de alta gama y calidad. Así podremos dar respuesta rápida al mercado para que no tenga que esperar a que venga el contenedor de China.

¿Cómo está España en el exterior?

Los datos no son buenos. Pero aunque la balanza comercial es negativa, las exportaciones de punto y confección han subido un 0,3%, o sea, que se mantienen. A nivel europeo, Italia es nuestro principal competidor, es en quien debemos fijarnos para ir a por él.

¿China compra ropa made in Spain?

Somos conscientes de que hay, como mínimo, 130 millones de personas en China con alto poder adquisitivo y ganas de moda europea. Pero una de las quejas que hemos hecho llegar a Bruselas es que la permeabilidad de las fronteras no se está dando en ambos lados. Es muy, muy difícil entrar en China.

¿La SIMM ayuda a dar el salto al exterior?

Esta feria es la más importante de Europa sólo por detrás de la de Düsseldorf. Ahora se ha vuelto a mirar a Latinoamérica y es muy buena idea. Países como México y los de Centroamérica tienen acuerdos preferenciales de importación con EE UU. Es interesante que empresas españolas bien situadas en Europa contacten con empresas latinoamericanas bien situadas en EE UU. Es algo que beneficia a ambas partes.

¿Qué le falta a la SIMM?

Le faltan compradores internacionales. Los que tenemos arrojan datos buenos, pero tendría que haber diez veces más. También me gustaría que organizara eventos en el exterior en Asia o América, pero en general es muy agradable trabajar en esta feria, que además está ahora unida a Cibeles y a Textilmoda ¡Nos juntamos todos en Madrid!

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