'Estamos interesados en mejorar la exportación a Portugal y Francia'
Vidal Julio Ramos es el consejero delegado de Herlusa y alma máter de la empresa. Pertenece a la tercera generación de este negocio familiar y asegura que la cuarta ahora está inmersa en la formación universitaria. 'Si lo desean, los jóvenes de la familia tienen las puertas abiertas a asumir responsabilidades en el futuro'.
En el caso de las exportaciones, ¿qué países son más interesantes para Herlusa?
Desde el año 2001, nos planteamos el reto de la internacionalización de nuestra empresa, y desde entonces hemos asistido con regularidad a los principales eventos alimentarios que se celebran fuera de España, como Anuga en Alemania, Sial en París o Alimentaria de Lisboa. Asimismo, hemos participado en encuentros comerciales realizados desde la empresa Fomento de Mercados, dependiente de la Junta de Extremadura, con empresarios alemanes y franceses, que han tenido su fruto. En este corto pero largo periodo, nuestra empresa se ha decantado por los mercados portugués y francés.
¿Está incorporada ya la cuarta generación a la empresa? ¿Con qué funciones?
Desde siempre he entendido que una buena formación académica te da más recursos para afrontar los difíciles problemas de la vida empresarial. La cuarta generación se encuentra toda ella inmersa en esta faceta y, cuando finalicen sus estudios, se irán decantando hacia dónde quieren enfocar su actividad profesional.
¿Ve cercano el día en que la mayor parte de la producción de ibérico de Extremadura salga con la denominación Dehesa de Extremadura?
Es cierto que el sector extremeño del ibérico ha crecido a un ritmo yo diría que exponencial en la última década, pero hay que ser conscientes de nuestras limitaciones, tanto económicas como comerciales. Por ello, entre las empresas llamadas ancestrales que estamos creciendo y las nuevas que van viniendo, cada vez conseguiremos que el valor añadido se quede más en la región, con lo que ello significa.
¿En qué situación se encuentra la denominación?
Desde el principio fuimos conscientes de que, si queríamos diferenciar nuestra denominación de otras, teníamos que ponernos un hito con metas altas para conseguir que el consumidor demandara nuestros elaborados. Creo sinceramente que se ha conseguido y ahora estamos en lo que también es difícil, que es no bajar la guardia y demostrar día a día la calidad de nuestros jamones y paletas ibéricas.