France Télécom paga por Amena en metálico
El nuevo propietario de Amena, France Télécom, puso ayer en marcha una ampliación de capital de 3.000 millones de euros para financiar parte de la compra del 80% del grupo español de móviles. El operador francés ha decidido apelar al mercado en lugar de recurrir a los socios españoles de Auna.
France Télécom lanzó ayer la ampliación de capital prevista por 3.000 millones de euros, cuyo fin es financiar en parte la compra del 80% de Amena, que adquirió en julio por un precio de 6.400 millones de euros.
El operador francés barajaba dos opciones para realizar la operación. Una, reservar esa ampliación de capital a los vendedores (Santander, Endesa y Unión Fenosa), y la segunda, acudir directamente al mercado. Finalmente, la compañía francesa ha optado por la segunda, liberando de esta manera a las tres compañías españolas de la obligación de convertirse en accionistas de France Télécom y permitiéndoles recibir en efectivo todo el pago por Amena.
La empresa que preside Didier Lombard ha decidido ofrecer los nuevos títulos que va a emitir a sus actuales accionistas de referencia de France Télécom. Fuentes cercanas a la operadora apuntan que se ha adoptado esta opción dada la buena situación de los mercados, la buena acogida que en su día tuvo la compra de Amena entre los analistas y, finalmente, por el menor coste de esta segunda opción.
Lombard señaló ayer que se había optado por una ampliación que 'permite asociar plenamente a los accionistas actuales a la financiación de una operación estratégica, la adquisición de Amena', que les permitirá ser un operador integrado en España.
La alternativa que ha sido desechada se explicaba con detalle en un hecho relevante remitido por el banco Santander, Unión Fenosa y Endesa, el 27 de julio, que se formalizó la compra de Amena. En dicho documento, se explicaba que los vendedores, a solicitud del comprador, 'reinvertirán hasta 3.000 millones de euros en acciones de nueva emisión de France Télécom'.
Según el texto, dichas acciones quedarían sujetas a una prohibición de venta hasta el 1 de enero de 2007. A partir de esa fecha y hasta el 31 de marzo de ese mismo año, los vendedores podrían disponer de estas acciones en el mercado, y France Télécom se obligaba a liquidar 'la diferencia, a favor o en contra, entre el precio de venta y un valor equivalente a su precio de adquisición más una tasa anual del 4%'.
Esa fórmula obligaba a France Télécom a hacer frente a costosas coberturas.
Con la alternativa de ampliación de capital adoptada, el operador francés emitirá 133,44 millones de títulos y ayer atribuyó un derecho de suscripción preferente por cada acción actual, que darán derecho a participar en la suscripción desde hoy hasta el próximo 13 de septiembre.
La ampliación se materializará en el mercado Euronext de París y se concreta a razón de dos nuevas acciones a un precio de 22,63 euros por cada 37 derechos de suscripción. Las nuevas acciones empezarán a cotizar a partir del 26 de septiembre con derechos como si existieran desde el pasado 1 de enero.
La cotización de France Télécom estuvo ayer suspendida durante más de tres horas al inicio de la sesión de la Bolsa de París. La acción del operador había cerrado el martes a 24,6 euros el pasado martes y ayer cerraron a 24,41, con caída del 0,77%.
Además de la ampliación de capital, France Télécom se plantea otra serie de iniciativas que le permitirán financiar una compra en la que estaba incluida también una deuda de unos 2.400 millones. En un comunicado, la compañía francesa se plantea llevar a cabo una emisión de obligaciones o sacar el dinero del flujo de caja que genera la compañía. Tampoco descarta combinar ambas alternativas.
La operación será garantizada por un sindicato bancario dirigido por ABN Amro, BNP Paribas, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Société Générale.
El Estado reduce su participación
El Estado francés, que controla el 34,9% de France Télécom, no ejercerá sus derechos de suscripción y se reserva la posibilidad de ceder una parte o la totalidad de dichos títulos. La renuncia supone que la participación del Estado disminuirá al 33,1%, lo que le permitiría mantener la minoría de bloqueo, según explicó a Efe un portavoz de la compañía. Esta participación puede caer hasta el 30,9% si finalmente se ejercen los derechos de conversión de los bonos residuales de Mobilcom o una emisión de títulos para los trabajadores.