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Remuneración

Telefónica vincula los incentivos al cumplimiento de objetivos

Los planes de stock options para directivos y trabajadores de Telefónica han pasado a la historia, pero eso no significa que los ejecutivos no vayan a tener incentivos. La operadora ha comenzado a dar los primeros pasos para hacer efectivo el anunciado programa de incentivos 2005-2007. Será para directivos de todas las filiales y estará ligado a objetivos empresariales, no a la cotización.

El anuncio realizado por el presidente de Telefónica, César Alierta, en la reunión con directivos de todo el mundo del pasado noviembre está comenzando a tomar forma. La operadora y cada una de las filiales involucradas han empezado ya a comunicar los términos del programa de incentivos a las instituciones y departamentos afectados.

Buena parte de los beneficiarios todavía no ha formalizado los contratos, según un documento oficial de una de las filiales encargadas de materializar los incentivos de sus directivos. Y ello, a pesar de que la vigencia del programa de incentivos comenzó el pasado 1 de enero -se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2007-. Pero la falta de firma de los agraciados no implica la parálisis del plan. Según ese mismo documento, los consejos de administración de las distintas empresas beneficiadas están aprobando de forma escalonada el denominado programa de incentivo extraordinario, de manera que la formalización de estas bonificaciones es ya sólo cuestión de tiempo.

De todas formas, los titulares de los premios no tiene por qué tener prisa. El pago no se producirá hasta que finalice el programa y estará sujeto al cumplimiento de compromisos. En palabras de Telefónica, la finalidad del plan es 'potenciar la motivación y el compromiso de los directivos con la consecución de objetivos operativos, comerciales y financieros, siempre teniendo en mira el interés específico de la sociedad'. Está claro, en cualquier caso, que la base de los premios está en la actividad empresarial y no en la evolución bursátil de las acciones de Telefónica, como ha sucedido en los últimos y más conocidos programas de stock options de la compañía.

Los objetivos que habrá que cumplir para tener derecho al incentivo no se han hecho públicos todavía, pero sí se conocen las gratificaciones que esperan al final del camino si se completan estas metas. Según el documento, se parte de una retribución de referencia, que no es otra cosa que la mitad de la remuneración fija que cobrará el beneficiario en el año correspondiente a la fecha de inicio del programa. Esta retribución de referencia se multiplicará por el nivel de logro global, que oscilará 'en función del nivel de cumplimiento de los objetivos establecidos y su ponderación' y que irá entre el 0% y el 200%.

Así, al final del programa, si todo va bien los beneficiarios cobrarán una anualidad extra completa de su salario fijo. En el peor de los casos se quedarán como están, porque este programa de incentivos, al no estar ligado a la cotización, no requiere la compra de acciones ni ningún otro abono previo.

Del programa sólo queda al margen el salario variable o bonus que cobran los ejecutivos cada año. Dependiendo de la categoría de cada directivo, esta retribución oscila entre el 30% y el 50% del salario fijo.

Está claro, por tanto, que no hay prisa para firmar los contratos, puesto que nada se cobrará antes del 31 de diciembre de 2007. Pero los directivos sí tendrán interés en conocer si están o no dentro del programa. En principio, el plan está destinado a 'los empleados que revistan al menos la categoría de director' -alrededor 1.200 en el grupo-. Sin embargo, dentro de este grupo habrá una elección, puesto 'los máximos responsables de la sociedad' tendrán que seleccionar a los beneficiarios basándose en criterios de 'contribución, importancia estratégica y desempeño personal'. Por supuesto, el beneficiario tendrá que seguir prestando servicios a Telefónica a la fecha de finalización del programa si quiere cobrar el incentivo.

Supervivientes

Cuatro de los programas de stock options del grupo Telefónica han vencido ya, pero todavía quedan otros tres vigentes. Son los de Terra, que ha heredado la matriz, los de Telefónica Móviles y los de Endemol, los más rentables de todos hasta el momento.

Dos presidentes, dos políticas de motivación

Con este programa de incentivos, Alierta ha marcado una nueva distancia con su antecesor, Juan Villalonga. Fue este último el que instauró los planes de stock options que todavía están vigentes en la compañía o que lo han estado hasta hace nada, tanto los destinados a ejecutivos como a todos los empleados.Pero al margen de primer programa para directivos -el polémico RISE, que repartió 500 millones de euros entre 100 altos cargos-, el resto de los grandes planes ha vencido sin plusvalías. Así ha sucedido con el heredero del RISE, el TOP, destinado a 450 directivos, así como con el TIES, llamado a extender las opciones sobre acciones a todos los empleados de Telefónica y que también finalizó sin ganancias.Después de las decepciones que han provocado los programas ligados a la cotización de acciones, Alierta ha decidido cambiar de estrategia. Si los directivos beneficiados cobran un sobresueldo a finales de 2007 no será porque la evolución bursátil les ha favorecido, algo que puede quedar muy lejos de sus capacidades, sino porque se han cumplido objetivos empresariales y comerciales directamente relacionados con ellos.La intención, por tanto, es que los ejecutivos se vean motivados y sean capaces, en cierta medida, de participar en los hechos que motivarán su sobresueldo.

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