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Inmobiliario

Luis Portillo presenta la opa sobre Inmocaral por 252 millones

Inmocaral recibió ayer con una caída del 2,71% en la cotización la formalización de la opa anunciada por el empresario Luis Portillo sobre el 100% de la sociedad. La oferta, pactada con los principales accionistas de la inmobiliaria, la familia Carrasco, se realiza a 1,86 euros por acción, todavía muy alejada de los 2,15 euros del cierre de ayer.

La cotización de Inmocaral fue suspendida ayer a las 9 de la mañana por la CNMV al registrarse en el organismo el folleto de la opa lanzada el pasado mayo por el empresario sevillano Luis Portillo, dueño del grupo constructor Expo-An y consejero de Metrovacesa, de la que posee un 5,6%. Tras ser reanudada la cotización de Inmocaral, a las 11, las acciones, que llegaron a desplomarse un 5%, cerraron finalmente a 2,15 euros, un 2,7% menos que el día anterior.

Pese a la caída de ayer, el valor bursátil de Inmocaral sigue siendo un 16% superior al precio ofertado por Luis Portillo, a 1,86 euros por acción. La opa se realizará sobre el 100% de las acciones de la antigua Fosforera, y los compradores tendrán que desembolsar en total 251,6 millones de euros, que se aportarán en efectivo.

Portillo ha decidido finalmente llevar a cabo la compra a través de dos sociedades, creadas expresamente para tal fin en el mes de julio. Por un lado, Inversiones Empresariales Tersina, en la que figura como administrador único el propio empresario, y por otro lado, Desarrollo Empresarial Quetro, con el mismo domicilio y objeto social que la anterior, pero a nombre de María Jesús Valero, socia de Portillo en Grupo Portival.

Según comunicó ayer Luis Portillo a la CNMV, 'la oferta se condiciona a la adquisición de 68,9 millones de acciones de Inmocaral, que representan un 51% de su capital social'. El pasado mes de mayo, los accionistas mayoritarios de la compañía, la familia Carrasco (que posee un 72,34% del capital), se comprometió con el empresario a aceptar de forma irrevocable la opa 'al menos con un número de títulos representativos del 51% del capital'.

Aceptación de la oferta

Así lo confirmó ayer Luis Portillo en su comunicado a la CNMV. Las dos sociedades de la familia Carrasco, La Constructora Moderna Barcelonesa y Sandobella Holdings, han aceptado la oferta por 50,8 millones y 18,1 millones de acciones respectivamente, que representan exactamente un 51% del capital.

Desde que el empresario sevillano anunciara la oferta por Inmocaral el pasado mes de mayo, las acciones de la inmobiliaria nunca han llegado a bajar hasta 1,86 euros, el precio ofertado en la opa. El mínimo que alcanzó la acción, una semana después de lanzarse la oferta, fue el 24 de mayo, cuando cerró a 1,95 euros.

Tres días después, Alicia Koplowitz, una de las accionistas de la inmobiliaria, decidió aumentar su participación al 7,35% comprando 160.000 títulos, valorados en 318.000 euros. El tercer mayor accionista de la compañía, Rafael del Pino, sigue manteniendo su paquete del 5,21%.

El pasado martes, los títulos de la inmobiliaria llegaron a dispararse un 14,2%, hasta 2,33 euros por acción. La CNMV aseguró ayer que la operación de Inmocaral será analizada como cualquier otra. 'Es cierto que en los últimos días ha habido mucho volumen negociado en la Bolsa, pero la información fundamental sobre la opa estaba dada desde el mes de junio', aseguró una portavoz. En todo caso, se supervisará la opa y si se detectan indicios de información privilegiada, se iniciará una investigación más exhaustiva, afirmó la portavoz.

Tras el visto bueno de la operación, la intención de Portillo es dar entrada en el capital de Inmocaral a más socios. Así lo explicó el pasado mes de mayo. 'Nuestra intención no tiene como objetivo estratégico poseer la totalidad del capital social, sino que deseamos compartir este proyecto empresarial a largo plazo con la comunidad inversora'.

La inmobiliaria necesita más negocio y capital. En el primer trimestre del año, su beneficio cayó un 79% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 69.000 euros. Su cifra de negocio ha ido en picado desde la muerte del primer accionista, Francisco Carrasco, en octubre de 2004.

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