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Calificación

Moody's baja la deuda de GM y Ford al nivel de 'bono basura'

La agencia de calificación Moody's ha dado el paso que esperaba la industria y anunció su decisión de degradar la calificación de la deuda de General Motors y Ford al grado de no inversión, lo que se conoce con el nombre de bono basura. La decisión supone un mazazo para las perspectivas financieras de las compañías.

La situación siempre puede empeorar. Moody's decidió ayer demostrar esta máxima y agravó un poco más la situación de General Motors y Ford con la rebaja al grado especulativo del rating que concede a la deuda de cada una de las empresas. La calificación de General Motors desde el grado Baa3 al Ba2, es decir, de la décima a la décimo segunda categoría dentro de los 21 grados utilizados por el organismo. Ford, por su parte, se ha quedado en el Ba1, un nivel por encima del de su rival y colega de ciudad.

Standard & Poor's y Fitch ya relegaron a estas empresas por debajo del grado de inversión en mayo. Una rebaja en las calificaciones acarrea una disminución de la capacidad de endeudamiento, obligará a pagar más para devolver la que ya tiene emitida o hará más complicado encontrar nuevos accionistas.

Moody's justificó su decisión en el hecho de que Ford afronta 'continuos desafíos al hacer frente a una estructura de costes poco competitiva en América del Norte'. Esta decisión llevó al responsable financiero, Don Leclair a asegurar que la rebaja resulta 'decepcionante'.

'La calificación -aseguró- no perjudica a nuestra determinación de lograr un éxito sostenible como fabricante global'. El miércoles, el presidente de la compañía, Bill Ford, anunció que llevará a cabo una nueva reestructuración en otoño en su filial estadounidense, que está en pérdidas. La empresa ha rebajado en dos ocasiones su previsión de beneficios y ha anunciado la supresión de 1.700 empleos.

El portavoz de GM también usó la palabra 'decepcionante' para calificar la decisión de Moody's, a la vez que insistió en que ya 'hay progresos'.

En Bolsa, las dos compañías abrieron al alza pero empezaron a caer pasados sólo unos minutos de cotización. Ford fue incapaz de remontar y concluyó perdiendo cerca de un 1%. Por contra, las acciones de General Motors corrigieron la trayectoria a media sesión y lograron concluir prácticamente sin cambios respecto al miércoles. A esta tibia acogida de la rebaja de calificaciones contribuyó en buena medida el anuncio de GM de que amplía hasta el 30 de septiembre su campaña para vender en EE UU sus vehículos de 2005 al precio que disfrutan los empleados de la compañía, ante las buenas ventas y el aumento de la gasolina.

Gracias a esta promoción, GM registró aumentos de ventas del 42% en junio y del 15% en julio. Ford y Chrysler siguieron esta iniciativa para no perder cuota, mientras que los constructores asiáticos y europeos decidieron ofrecer otro tipo de ofertas. Un portavoz de Ford dijo ayer que estudiarán la continuación de su oferta el 6 de noviembre.

Crece la tensión en VW por la amenaza de despidos

IG Metall, el todopoderoso sindicato que representa a los empleados de Volkswagen -y de todos los fabricantes germanos de automóviles- advirtió ayer a la dirección de la compañía que no va a permitir cierres de fábricas ni despidos. La organización sindical realizó esta advertencia a raíz de las declaraciones del presidente de la corporación, Bernd Pischetsrieder, quien aseguró a analistas que el recorte planeado hasta 2011 debe acelerarse, ya que la compañía no puede seguir soportando la situación actual. La empresa no prevé obtener beneficios en su filial estadounidense durante este año ni el siguiente. La división china tampoco ofrece los resultados esperados a causa de la progresiva reducción de cuota de mercado.Volkswagen, en cualquier caso, sigue aplicando las medidas de su programa de reducción de costes ForMotion, con el objetivo de alcanzar un ahorro de 3.100 millones de euros este año. En el primer semestre, este plan ha permitido reducir costes en 1.600 millones.El fabricante alemán, por otra parte, ha iniciado el lanzamiento en Europa de la quinta generación de la berlina de cuatro puertas Jetta, derivada del modelo Golf. De este modelo se han vendido 6,6 millones de unidades desde su aparición en el mercado en 1979. El nuevo modelo, antes llamado Bora en el continente, llega al mercado después de hacerlo en los primeros meses del año en EE UU, Canadá y México, en el que ya ha cosechado un registro de más de 45.000 unidades vendidas.La previsión para la nueva generación es la de superar las ventas del anterior, más de 200.000 unidades en todo el mundo el año pasado, mientras en España el objetivo es rebasar el mejor año del Bora, y superar las 4.500 unidades.

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