Alerta máxima en Galicia
Mientras el fuego seguía ayer cebándose en la vecina Portugal, así como en Galicia y en Castilla y León, el Comité Permanente de la Comisión Interministerial contra Incendios Forestales celebraba su cuarta reunión, en la que acordó reforzar la presencia de la Guardia Civil en estas dos comunidades y dar la cooperación 'máxima posible' a Portugal.
La alerta uno, la máxima que se puede dar ante la posibilidad de que un incendio ponga en peligro a las personas o sus bienes estaba ayer dada en seis de los 17 fuegos que estaban activos en Galicia en la tarde de ayer. Orense, con tres focos de alerta uno y un total de seis incendios fue la provincia más afectada. Durante la jornada, llegaron a registrarse hasta 30 focos de fuego.
En León, los siete incendios iniciados a lo largo del fin de semana se lograban controlar aunque peor suerte corrían las tierras de Zamora, en donde un fuego activo en la localidad de San Ciprián de Sanabria y otro en Ribadelago aún no habían sido controlados a media tarde de ayer. Pero, sin duda, donde la acción devastadora del fuego actuaba ayer con más fuerza era en Portugal.
En lo que va de año, y según datos provisionales de la Dirección General de Recursos Forestales (DGRF) de Portugal, han ardido más de 134.000 hectáreas en el país vecino. En este triste saldo hay que incluir a más de una decena de fallecidos, 8 de ellas bomberos.
En la jornada de ayer, la ciudad de Coimbra amaneció envuelta en humo y el incendio que se inició en la tarde del pasado domingo engulló 10 edificios de la periferia. Aveiro, Braga, Braganza, Leiría, Oporto, Santarém, Viana do Castelo, Vila Real y Viseo son otras zonas afectadas. 2.680 bomberos, cerca de 800 vehículos y 25 hidroaviones y helicópteros son el contingente con el que el país vecino combate las llamas. La Guardia Civil española se mantiene en alerta ante algunos de estos focos por su cercanía a la frontera española. En los últimos 10 años, Portugal ha perdido bajo las llamas más de 1.469.117 hectáreas.
En España, según los datos del ministerio de Medio Ambiente, desde enero y hasta el pasado 14 de agosto eran 107.524 las hectáreas de superficie forestal que había ardido por culpa de 22 grandes incendios (más de 500 hectárea de superficie afectada) y cerca de 20.000 incendios de menor envergadura y de conatos (de menos de una hectárea). En conjunto, el periodo comprendido entre enero y mediados de agosto de este año es el segundo peor del último decenio, sólo por detrás del lamentable año 2003, en la que ardieron más de 120.000 hectáreas de superficie forestal. En 2005 ya se ha producido un 21% más de incendios que en el mismo periodo del pasado año.
En la Comisión Interministerial contra Incendios Forestales, que celebró ayer la cuarta reunión desde su creación el pasado mes de junio, acordó reforzar la presencia de la Guardia Civil para detectar con la mayor celeridad posible los focos de incendio, con especial atención a Galicia y Castilla y León. Asimismo, el comité analizó las fórmulas de cooperación con Portugal y acordó que sea la 'máxima posible'. Por otro lado, en la comisión que investiga el incendio del pasado mes de julio en Guadalajara, compareció el catedrático de Ecología la Universidad de Castilla-La Mancha. En su opinión, el fuego se desencadenó por un 'incendio explosivo', que hace que las llamas avancen más que en condiciones normales y sin dejar tiempo para protegerse. Este catedrático propuso la creación de un centro nacional de investigación sobre el fuego.
La negligencia es la principal causa del fuego
Según datos del Seprona, hasta el pasado 19 de junio, se habían producido en España 3.584. En total, 18 personas muertas y 278 detenidos por estar presuntamente involucrados. Sin embargo, sólo el 14% de los incendios son intencionados. Pirómanos y actos vandálicos estás detrás de este triste porcentaje. Pero también la actitud de quienes no pueden entrar en un coto privado de caza o las rencillas entre agricultores. La mayor parte de los incendios tiene su origen la negligencia. Es decir, en la mala realización de trabajos forestales o barbacoas, así como en tirar cohetes en las fiestas sin control o fumar sin cuidado en el campo. Los accidentes y las causas fortuitas se responsabilizan de un 17% de los incendios y las causas naturales, en su mayoría la acción del rayo causan el 14% restante.