Para financiar el déficit exterior
De los cinco sectores institucionales en los que aparecen agrupados los agentes para el análisis económico, el de las sociedades no financieras es el principal causante del déficit exterior, al que contribuye con el -113,9%, seguido del de las Administraciones públicas con el -7,4%. Los restantes sectores tienen capacidad de financiación: el de instituciones financieras con el 18,2% y el de hogares e instituciones sin fines de lucro con el 2,8%.
La fuerte aportación del sector sociedades no financieras a la necesidad de financiación exterior de nuestra economía proviene principalmente del saldo de la balanza comercial y de servicios, que asciende a 30.706,2 millones de euros, el 85,5% del déficit exterior, a consecuencia del gran crecimiento de las importaciones y del débil aumento de las exportaciones.
El deterioro de la balanza comercial y de servicios es consecuencia del diferencial de inflación con la media de los países de la Unión Europea, de un punto por año desde 1998, y del crecimiento de nuestros costes laborales unitarios, que lo hacen a mayor ritmo que en todo el área euro.
El deterioro de la balanza comercial y de servicios es consecuencia del diferencial de inflación con la media de la UE y del crecimiento de nuestros costes laborales
Dentro del sector Administraciones se recogen las rentas pagadas por sus emisiones en euros, que se contabilizan con el criterio de devengo; las transferencias corrientes procedentes de la UE, como las ayudas al empleo y a la formación profesional (Fondo Social Europeo), las transferencias corrientes efectuadas a la UE por el Recurso Impuesto sobre el Valor Añadido y Recursos Renta Nacional Bruta y las transferencias de capital recibidas del Presupuesto comunitario, entre las que cabe destacar los fondos para el desarrollo regional (Feder), los llamados Fondos de Cohesión destinados a mejoras estructurales y los fondos procedentes del Feoga-Orientación. Es necesario poner de manifiesto que a partir de 2007 tanto los recursos procedentes del Feder como de los fondos de cohesión experimentarán una reducción muy importante, según las previsiones financieras efectuadas por la comisión para el periodo 2007-2013.
Por tipo de operaciones, las de bienes y servicios inciden en -30.706,2 millones de euros (balanza de bienes y servicios) al déficit exterior, las de distribución de la renta (balanza de rentas) inciden también negativamente en el déficit exterior con -13.700,7 millones, las de transferencias corrientes (balanza de transferencias corrientes) igualmente tiene incidencia negativa por -43,8 millones, y las operaciones de capital (balanza de capital) casi en su totalidad transferencias, tuvieron un efecto positivo en la necesidad de financiación por 8.547,6 millones.
La necesidad de financiación de la economía española ascendió el pasado año a -35.903,1 millones de euros, y fue cubierta, según resulta de la cuenta financiera de la balanza de pagos a través de los siguientes instrumentos de financiación:
l Inversiones directas por un saldo neto (variaciones de pasivos menos variaciones de activos) de -26.345,1 millones; de las que -39.825,1 corresponden a inversiones netas de España en el exterior y 13.486 a inversiones netas del exterior en España.
l Inversiones de cartera por un saldo neto de 85.804,6 millones de euros, de las que -24.980,9 son inversiones de España en el exterior y 110.765 del exterior en España.
l Otras inversiones por un saldo neto de -9.776,7 millones, de las que -27.309,7 son inversiones netas de España en el exterior y 17.538,1 inversiones netas de exterior en España.
l Derivados financieros por un saldo neto de 1.161,2 millones.
l Reservas por un saldo neto de 5.147 millones.
l Activo frente al Eurosistema por un saldo neto de -13.760 millones.
l Otros activos netos por un saldo de -5.397 millones, y errores y omisiones por -930,9 millones.
De lo expuesto resulta que las inversiones de cartera han sido el instrumento que ha hecho posible no sólo la financiación del déficit exterior, sino además cubrir los déficit de otras operaciones (inversiones directas, otras inversiones, activos frente al Eurosistema, etcétera). Hay que tener en cuenta que las inversiones directas del exterior han experimentado en el último trienio un descenso muy acusado, pasando de representar en el año 2002 el 5,7% del PIB al 1,6% en 2004.
Los mercados españoles no fueron ajenos al entorno general. Las favorables condiciones de acceso a los mercados permitieron que en 2004 el mercado de deuda tuviera uno de los mayores crecimientos a escala mundial, fundamentalmente la emitida por el sector financiero. Esta expansión se reflejó en los flujos de inversiones de cartera de España con el exterior, de forma que, como hemos dicho, permitieran cubrir las necesidades de financiación de la economía. Un comportamiento que difiere sustancialmente del mostrado en 2003, en el que los residentes fueron inversores de cartera netos en el exterior.
Por el contrario, como se hace constar en la publicación del Banco de España Balanza de pagos y posición de inversión internacional de España. 2004 las otras inversiones (préstamos, depósitos y repos), que en 2003 fueron el principal instrumento en el que se materializaron las entradas netas de capitales de la economía española, registraron salidas netas en 2004, debido a la menor financiación captada en el exterior por las entidades de crédito residentes materializada en dichos instrumentos, en línea con la expansión de sus emisiones de valores.
Tal hecho pone de manifiesto la creciente integración financiera de la economía española, que de acuerdo, tanto de la teoría económica como de la evidencia empírica, puede contribuir al crecimiento de la misma, al permitir una asignación más eficiente del capital entre diferentes países; sin embargo, la mayor integración financiera podría elevar la exposición a las perturbaciones de los mercados financieros y a las modificaciones de las expectativas de los agentes, en particular si las políticas económicas no son creíbles a medio plazo, incrementado la volatilidad de los flujos financieros.