Merkel importa
Cuando Gerhard Schröder convocó de manera brusca las elecciones, en un intento por desequilibrar a sus opositores cristianodemócratas, la mayoría de los alemanes pensó que el canciller estaba abocado al suicidio político (...). Cinco semanas, una serie de patinazos, una campaña penosa y un contraataque por un canciller con fondo han recortado distancias a la clara ventaja de la CDU (...).
Schröder ha sabido sacar tajada de la división interna de la CDU derivada de una metedura de pata innecesaria de Edmund Stoiber, líder de la Unión Social Cristiana (CSU) bávara (...). Herr Stoiber ha arremetido contra el otrora comunista Este y Frau Merkel ha corrido a enmendar los agravios. Pero el canciller ha acusado a la CDU de dividir Alemania. Su ataque es oportunista, pero es en política exterior donde su campaña ha sido más deshonestamente populista (...) al utilizar la crisis nuclear con Irán como señal de su supuesta actitud desafiante hacia Washington. (...)
Tales tácticas pueden ganar votos, pero son un prueba acusatoria para un político que tiene un historial de hacer cualquier cosa por acceder al poder pero que, una vez en él, hacer poco. Con una visión más clara y una política más coherente, Frau Merkel merece ganar. Pero algo más de pasión y perspicacia política ayudarían a la causa.