El IPC de EE UU sube un 0,5% en julio
El índice de precios al consumo (IPC) en Estados Unidos ha subido un 0,5% en julio como consecuencia del aumento de los precios de la energía, ha informado hoy el Departamento de Trabajo.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, los más volátiles, el núcleo del IPC o inflación subyacente en julio fue del 0,2%.
La mayoría de los analistas esperaba que el IPC subiera en julio un 0,4%, y su núcleo un 0,2%. Ambos aumentos fueron los mayores desde abril pasado. La inflación interanual en julio se situó en un 3,2%, frente al 2,5% de junio.
La inflación interanual en julio se ha situado en un 3,2%, frente al 2,5% de junio. La inflación subyacente se mantiene dentro de los márgenes que la Reserva Federal considera aceptables en su política para el control de la inflación.
Atentos a las presiones sobre los precios, los gobernadores del banco central de Estados Unidos han hecho en los últimos catorce meses diez ajustes de la política monetaria que han llevado las tasas de interés desde el uno por ciento -el nivel más bajo desde 1958- al 3,5%.
Entre las presiones inflacionarias no se cuentan los salarios, ya que en julio la remuneración real por hora bajó un 0,2% y en el último año las remuneraciones reales de los trabajadores, tanto por hora como por semana y ajustadas por inflación, han bajado un 0,5%.
El empujón principal para el aumento del IPC en julio provino de los precios de la energía, que subieron el mes pasado un 3,8%. Los precios de la gasolina subieron un 6,1% y los del gas natural aumentaron un 3,8%.
En un año, de acuerdo con el informe del gobierno, los precios de la energía han subido un 14,2%, y los precios de la gasolina han subido un 19,5%.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal señaló la pasada semana que la inflación sigue "contenida", pero advirtió que la presión sobre los precios es "elevada", debido sobre todo al elevado coste de la energía. En otras áreas de la economía los aumentos de precios siguen siendo modestos.
Aumentos modestos
El costo de la vivienda, que representa casi el 40% del IPC, ha subido en julio un 0,4%, el mayor incremento en cuatro meses. Los precios del transporte, obviamente afectados por el costo de los combustibles, subieron un 1,5%. Los precios de los automóviles nuevos bajaron un uno por ciento durante el mes pasado cuando los fabricantes multiplicaron sus ofertas de descuentos. La caída de precios de los vehículos nuevos en julio fue la mayor en 30 años.
Los precios de la asistencia médica subieron un 0,4% en julio, el mayor incremento desde marzo. Los precios de la vestimenta bajaron un 0,9%, la mayor caída en cuatro años, y los precios de los alimentos subieron un 0,2%.