Tokio mira a correos
Japón está experimentando una confusión política después de que la Cámara alta del Parlamento frustrara al Gobierno en una votación clave y que el primer ministro, en respuesta, disolviera el órgano legislativo (...). El primer ministro, Junichiro Koizumi, del Partido Democrático Liberal, quiere que Japón se convierta en un 'país normal', libre del pacifismo que le ha marcado desde el fin de la II Guerra Mundial y aliado con fuerza a los EE UU. En política económica, quiere reducir la presencia del Estado. El líder del principal partido de la oposición, el Partido Democrático, Katsuya Okada, desea dejar espacio entre EE UU y Japón y acercarse más a China y al resto de Asia (...).
La privatización de los servicios postales habría creado, en su debido tiempo, el mayor banco privado del mundo (...). La relocalización de capital más eficiente que se habría derivado de la privatización habría beneficiado a los ahorradores y se habría engrosado el dinero disponible para inversiones internacionales (...).
Ante los comicios que se avecinan, la elección es clara. Una llevaría a Japón a jugar un papel político creciente en el mundo y proporcional a su poder económico, y la otra relegaría al país a la categoría de actor regional. La decisión está en manos de los japoneses.