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Automoción

Delphi estudia suspender pagos si no recibe apoyo financiero de GM

La situación del principal fabricante estadounidense de componentes empeora por trimestres. Delphi anunció ayer que, si no fructifican sus negociaciones con los sindicatos y con su antigua matriz, General Motors, se plantea situar sus operaciones en Norteamérica bajo la protección de la ley de quiebras, el paso previo a la bancarrota.

Delphi negocia en la actualidad con el principal fabricante de coches del mundo y con los sindicatos una línea de crédito de 1.500 millones de dólares (unos 1.220 millones de euros) y diversas concesiones que aligeren los costes salariales de la empresa.

'Si estas negociaciones no suponen la implementación de un plan que rediseñe nuestras responsabilidades legales existentes y el alto coste resultante de las operaciones estadounidenses, consideraremos otras alternativas estratégicas, incluyendo el capítulo 11 -que establece las suspensiones de pagos- para todos nuestros negocios en EE UU, con el fin de preservar el valor de la compañía y completar nuestro plan de transformación', destacó el grupo en un comunicado.

Delphi, así, persigue lograr un acuerdo similar al que alcanzó en mayo Visteon con su antigua matriz, Ford, por el que el segundo adquirió 24 plantas y se hizo con el 7% del fabricante de repuestos. 'Es, sencillamente, poner en orden un acuerdo injusto en su día', explicaron fuentes de la compañía en España. Delphi ya anunció a finales del año pasado un plan de despidos que afectará a 8.500 personas en todo el mundo.

Entre abril y junio, el grupo ha eliminado 2.100 empleos, con lo que la reducción total realizada durante este año se sitúa aproximadamente en 3.600 personas. La situación, de hecho, empeoró algo en el segundo trimestre. En este periodo, Delphi sufrió unas pérdidas de 338 millones de dólares (273 millones de euros), respecto al beneficio de 115,6 millones de euros registrado en 2004.

La empresa radicada en Troy, en el Estado de Michigan, alcanzó una cifra de negocio de 5.658 millones entre abril y junio, lo que se traduce en una reducción del 6,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Los ingresos procedentes de empresas ajenas a General Motors, se situaron en 2.910 millones de euros en el trimestre, un 6% más, y ya representan el 51% de las ventas totales.

El director financiero, John Sheehan, prevé que la compañía continúe con bajos niveles de producción durante el tercer trimestre del año, con una facturación entre 5.093 y 4.931 millones de euros.

España va 'razonablemente bien'

La multinacional estadounidense está fuertemente implantada en España, país en el que fabrica componentes como cableado, direcciones, rodamientos o amortiguadores y emplea a 4.600 personas en cinco factorías: dos en Barcelona, una en Tarazona, otra en Pamplona y una gran factoría en Puerto Real que, en realidad, engloba tres plantas distintas. Esta última instalación es, precisamente, blanco de un expediente de regulación de empleo que afectará a 125 personas, de un total de 1.700. 'El producto afectado es el cableado -explican fuentes de la compañía- que es intensivo en mano de obra y que se está trasladando a países como Rumanía'. Con todo, el negocio en España va 'razonablemente bien', asegura el portavoz. Una situación que se puede extrapolar al resto del Continente. 'Los problemas de Delphi están en Estados Unidos', aseguraron.

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