La eficiencia mejora en las cajas que salen fuera de su territorio

Salir del mercado natural favorece la eficiencia de las cajas. La necesidad de reorganizar sus recursos materiales y humanos, junto a la obligación de crearse un prestigio en un territorio desconocido son los dos principales factores que actúan a favor de estas entidades, según un informe de Funcas.

La supresión en 1989 de la ley que impedía a las cajas de ahorros abrir oficinas fuera de su ámbito territorial de origen supuso una revolución para el feudalismo que imperaba en el sector. A partir de entonces, las cajas comenzaron una trepidante carrera para expandirse, vigilando al mismo tiempo que el vecino no se colara por el patio trasero.

'Las entidades tenían dos opciones: defender o atacar', explica José María Pastor, economista de la Universidad de Valencia y coautor de un estudio, publicado por la fundación de las cajas (Funcas), sobre expansión territorial. 'Lo chocante es que las decidieron salir de su mercado natural han tenido mayores mejoras de productividad', según Pastor.

En los gráficos se observa que cuanto mayor es el ritmo de crecimiento de oficinas en el mercado natural, los incrementos en productividad y eficiencia (la proporción de los ingresos que consumen los gastos), son menores, así como la evolución tecnológica.

Dos circunstancias explican estos resultados, según los autores del estudio. En primer lugar, las cajas que se expanden fuera pueden organizar mejor sus recursos (sobre todo con traslados de personal). En segundo término, las cajas que abren oficinas fuera tienen que conseguir que ser más eficientes para crearse un nombre y un prestigio que en su mercado natural tienen ganado.

Entre las entidades de corte más defensivo están la Sa Nostra y Caja Jaén, que presentan ratios de eficiencia superiores 60%, un registro peor que la media de las cajas ( 53%). En el lado opuesto hay cajas como la de Ávila, La Kutxa y Caja Vital, que a pesar de haber realizado una fuerte estrategia de expansión fuera de su territorio presentan una eficiencia del 42,7%, 46% y 50%, respectivamente, unos datos mejores a la media del sector.

Crecer saltando fronteras

Cuando las cajas decidieron 'marcharse de casa', no se han limitado a probar fortuna dentro del territorio español y varias de ellas han abierto oficinas en el extranjero. La teoría de expansión en forma de mancha de aceite ha llevado a algunas entidades de provincias fronterizas a dar el salto y abrir sucursales en el país vecino, pero las cajas también están en Irlanda, Estados Unidos y China.La memoria de la confederación de cajas (Ceca) refleja que hay 46 oficinas de cajas de ahorros en Francia y Portugal. Dos entidades destacan sobre el resto en su aventura exterior, Caixa Galicia, que tiene siete oficinas en Portugal y Caja Duero, con ocho sucursales en Portugal a las que se añadirán otras 11 antes de 2007. En Francia también están presentes las cajas de ahorros. La Kutxa inauguró en abril su tercera oficina en el país galo, en la localidad de Pau. En 2005 abrirán otras dos sedes, en Toulouse y Burdeos, y 2010 quieren tener 50 sucursales. Caixa Catalunya también está en Francia, con una oficina en Perpiñán.Mención aparte merece La Caixa, cuya filial francesa, CaixaBank, tiene 53 oficinas en Francia. La primera caja de ahorros española también opera en Andorra, donde cuenta con 24 oficinas, 16 de ellas con la marca CaixaBank, y otras ocho de Crédit Andorra.Los lugares más exóticos con oficinas de las cajas son Miami (EE UU), donde están Bancaja, Caja Madrid y Caixa Nova; Dublín (Irlanda), que tiene una oficina de Caja Madrid, y China, país en el que Caja Madrid y Bancaja han inaugurado dos oficinas, en Shanghai y Pekín, respectivamente.