Audi se refuerza en el todoterreno
Audi tiene una vasta experiencia en el segmento de los ligeros todoterreno más lujosos a partir de los réditos -también comerciales- y el know-how aprendido del Allroad, un modelo que, si bien no creó escuela -en realidad, cuando apareció siguió la estela marca por el pionero Volvo XC70 Cross Country-, sí la desarrolló en su plenitud, sobre todo con nuevas aplicaciones en el segmento, como las suspensiones de altura variable -ideadas para transitar sobre abruptos pedregales sin dañar la mecánica-, o la caja transfer de reducción.
Mucho de esto -por no decir todo- encierra su nueva creación en la materia, el Q7, un vehículo que ronda los cinco metros de longitud y que no viene a sustituir al Allroad -de éste habrá uno completamente nuevo antes de que nos comamos las uvas-, sino a complementarlo en su estrato superior. De hecho, el Allroad se quedaba algo pequeño en relación a pesos pesados como los BMW X3 y X5, el Porsche Cayenne, el nuevo Range Rover Sport -y el todavía más poderoso Range Rover, el modelo más caro y exclusivo de la categoría- o su primo lejano, el Volkswagen Touareg.
Cuestión resuelta con la llegada del Q7 -'Q' por la tracción total y permanente Quattro, y 7 por situarse entre las gamas A6 y A8-. De entrada, el nuevo modelo presenta una altura -y en consecuencia, un puesto de conducción- similar a la de sus más estrechos oponentes. Pero, además, disfruta de hasta siete plazas -o seis, todas ellas independientes, en las versiones más lujosas-. Audi no ha desvelado muchos datos sobre el nuevo modelo -que presentará oficialmente en el transcurso del Salón del Automóvil de Fráncfort, a mediados de septiembre-, pero sí ha confirmado que contará con unas notables aptitudes para transitar sobre asfalto, o lejos de él. Para este último ámbito, el Q7 cuenta con una generosa altura libre al suelo, además de unos aceptables ángulos de trabajo -ataque, ventral y salida-. Además de la tracción Quattro, parece claro que toda la gama contará con caja de reductoras, si bien parece claro que la suspensión hidroneumática de altura variable y gobierno electrónico quedará reservada de serie a las versiones más potentes, siendo un extra en el resto.
En cuanto a diseño, el Q7 calca -y además en extremo- las líneas maestras anticipadas por el concept car Pikes Peak que ilustra estas líneas, lo que aventura un automóvil dotado de una impronta tan deportiva como atractiva. Por cierto, su estándar de seguridad será ciertamente elevado -con estabilizador ESP especialmente ideado para remolcar cargas pesadas, como caravanas o carros para barcos-, así como un completo compendio de airbag, incluidos los de rodilla para los pasajeros delanteros. Dentro, lujo -hasta con climatizador de cuatro zonas, sistema de entretenimiento por DVD, techo panorámico de grandes dimensiones- Y bajo el capó, ya confirmados, motores turbodiesel TDI de 3,0 y 4,2 litros -224 y 320 CV- o bien propulsores animados por gasolina 3.7 y 4.2 -280 y 335 CV-, todos ellos vistos en las gamas A6 y A8, aunque especialmente adaptados para uso mixto campo/ciudad.