Los precios de los coches varían hasta un 30% dentro de la UE
El precio de un mismo modelo de coche puede variar hasta un 30% de unos países de la UE a otros, según el informe semestral de precios de vehículos publicado ayer por la Comisión Europea. La diferencia media en los Veinticinco ha bajado hasta el 6,3% desde la adhesión de diez miembros en mayo de 2004, pero se mantiene estable en la zona euro.
El informe, con cifras del pasado 1 de mayo, analiza 1.878 precios de 89 modelos distintos. En 579 de los casos las desviaciones entre el país más barato y el más caro superan el 20%. Alemania, la mayor potencia económica de la UE, sigue siendo el mercado más caro. En el otro extremo están Finlandia (dentro de la zona euro), y Dinamarca y Estonia (entre los Veinticinco). Un Fiat Punto cuesta un 30% más en Alemania que en Finlandia, lo que representa 2.700 euros (IVA incluido) de diferencia. Los precios son generalmente más bajos en los nuevos miembros procedentes del Este, aunque algunos coches de lujo son más caros.
España se sitúa, en la mayoría de los casos, por encima de la media de la UE, aunque ninguno de los modelos se vende al precio más caro. La diferencia mayor se da en el Renault Clio, que cuesta un 25% más que en Finlandia. En cambio, el Land Rover Discovery se vende al precio más bajo de la Unión Europea.
La diferencia media entre los 25 mercados nacionales era del 6,9% en mayo de 2004, antes de la entrada de diez países en la UE. En noviembre había bajado hasta el 6,4%, y en mayo era ya del 6,3%, según el informe. En la zona euro permanece invariable en el 4,4%. Los precios, respecto al año anterior, se incrementaron un 0,4% en la UE y un 1,3% en la zona euro, mientras la inflación fue del 1,9% en ambas áreas.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, reconoció lo significativo de estos datos y animó a los consumidores a 'beneficiarse' del ahorro que puede suponer comprar en otros estados miembros. El ejecutivo europeo aseguró que la convergencia de precios se acelerará en octubre, con la entrada en vigor de la última de las medidas previstas en el nuevo reglamento de distribución de coches, que permitirá a los concesionarios abrir sucursales en otros estados miembros y vender a precios del país de origen. La Comisión amenazó recientemente a varios países para que redujeran las restricciones a las importaciones de coches.