Una intrusión informática pudo provocar el anuncio del hallazgo de un nuevo planeta
Los científicos del Instituto Tecnológico de California que dicen haber descubierto el décimo planeta del sistema solar habían detectado el lejano objeto en 2003 y seguían recopilando datos. Pero esta semana decidieron publicar su hallazgo después de que les comunicaran que se había producido una intrusión no autorizada en los servidores en los que estaba almacenada la información, y el intruso amenazaba con hacerla pública.
Mike Brown (Instituto de Tecnología de California), Chad Trujillo (Observatorio Gemini, en Hawai) y David Rabinowitz (Universidad de Yale), observaron por primera vez ese cuerpo celeste en 2003, pero estaba tan lejos que no pudieron detectar su movimiento hasta enero de este año. Desde entonces han estado calculando su tamaño y trayectoria. El nuevo objeto, inscrito en el registro astronómico internacional como 2003 UB313, aún no ha recibido nombre oficialmente, pero podría llamarse Xena.
Los científicos aseguran que podrían tardar seis meses más en determinar el tamaño exacto del planeta, pero por las observaciones realizadas hasta ahora estiman que 2003 UB313 que su diámetro debe ser inferior a 3.200 kilómetros, una vez y media el diámetro de Plutón. Desde hace 75 años, cuando se encontró Plutón, no se descubría un cuerpo tan grande en el sistema solar.
Según cuenta el diario sudafricano Sunday Independent, Brown y Trujillo no tenían previsto hacer público el descubrimiento en la fecha en que este se presentó a la comunidad científica. Pero una intrusión no autorizada en los sistemas informáticos en los que se almacenaba la información sobre el descubrimiento ha acelerado las cosas. El hacker, cuenta el mismo medio, había amenazado con hacer público el hallazgo, por lo que los investigadores decidieron dar a conocer Xena a la comunidad científica.
¿Qué es un planeta?
Otros científicos han declarado ya que no consideran que este cuerpo sea un planeta realmente y prefieren definirlo como lo que es, uno de los llamados planetas menores, otro gran cuerpo del cinturón de Kuiper, la región de objetos de variados tamaños situada en las afueras del sistema solar. El mismo Plutón es, para muchos, uno de estos cuerpos helados de los confines del sistema solar y no un planeta.
El descubrimiento de Xena y el debate que suscita la calificación que debe dársele ha animado de nuevo a los astrónomos a decidir a corto plazo lo que debe considerarse científicamente un planeta. Las reglas, que según la prestigiosa revista científica Nature podrían publicarse esta misma semana, podrían doblar el número de planetas cercanos o hacer que Plutón pierda esa calificación.
La Unión Astronómica Internacional (IAU, en sus siglas en inglés), que gestiona los nombres que se da a estrellas y asteroides, no tiene un criterio para definir qué es un planeta. Un comité de esta organización ha estado trabajando en el tema durante el último año y planeaba hacer público el resultado de su trabajo este verano. Pero el descubrimiento de Brown y Trujillo ha acelerado el proceso. Iwan William, presidente de la división de sistemas planetarios en la IAU, dice que la definición podría estar lista en unos días.
Plutón podría perder su categoría de planeta si se impusiera la corriente que sostiene que sólo lo son los ocho cuerpos celestes más cercanos al sol, gaseosos y terrestres, con un tamaño mucho más grande y que no orbitan en un cinturón de asteroides. Además, la órbita de éstos se encuentra casi en un mismo plano, mientras que la de Plutón o Xena lo hacen en otro.