El artífice del éxito de Nokia cuelga los guantes tras 14 años
Jorma Ollila ha transformado a la firma finlandesa en un gigante de la telefonía celular
Jorma Ollila será recordado como la persona que puso a Finlandia en el mapa empresarial. Desde que accediera al cargo de consejero delgado de Nokia en 1992, este hombre ha sido el símbolo del vuelco vivido por el país nórdico en los últimos 15 años. Ayer, Ollila anunció que en junio de 2006 dejará la dirección de la compañía en manos de Olli-Pekka Kallasvuo, su mano derecha y actual jefe del área de telefonía móvil. El actual máximo directivo pasará a ser presidente no ejecutivo. Detrás quedan 14 años de gestión empresarial.
Los noventa comenzaron con mal pie para Finlandia. El colapso de la Unión Soviética, principal socio comercial del país, sumió a la economía nacional en una profunda crisis. En esa coyuntura, Jorma Ollila (Seinajoki, Finlandia; 1950) pasó a encabezar el que entonces era un conglomerado industrial dedicado a la fabricación de botas de caucho y papel higiénico. La prensa finesa especuló sobre la posibilidad de que la misión de Ollila, experto en temas financieros, fuera desmembrar y vender el grupo.
Pero su objetivo resultó ser bien distinto. Pasar por la división de telefonía de Nokia abrió los ojos a Ollila sobre el potencial de la telefonía celular. Decidió centrar la actividad de Nokia en aquel área y deshacerse de otros negocios, como la fabricación de televisores y cables eléctricos. En ese momento, los móviles apenas representaba un 10% de las ventas totales de la empresa. Una década después, Nokia era el mayor fabricante de terminales del mundo y controlaba casi el 40% del mercado mundial, por delante de Motorola y Ericsson. El gran salto para la compañía finlandesa se produjo a finales de la pasada década, después de que el consejero delegado reorganizase la cadena de abastecimiento y optase por centrarse en el diseño de los aparatos en lugar de en su tecnología.
El directivo convirtió un grupo en crisis dedicado a las botas de caucho y al papel higiénico en uno de los mayores fabricantes de móviles del mundo
Entre 1996 y 2000, Finlandia fue el segundo país que más creció de la UE, en buena medida gracias a la demanda de productos Nokia, que representaban una cuarta parte de las exportaciones nacionales. En 2000, la firma llegó a convertirse en la compañía más valiosa de Europa y la quinta marca más conocida del planeta según la consultora Interbrand.
La llegada del nuevo milenio supuso un parón para el negocio celular. La ventas de Nokia se ralentizaron. Luego, muchos de sus rivales, que habían llegado a registrar pérdidas, reaccionaron y le comieron terreno a la compañía de Helsinki, cuya cuota de mercado actual se sitúa en el 30,4%.
'La confianza en Jorma Ollila se ha tambaleado algo últimamente', declara a la agencia Bloomberg Urban Ekelund, experto del grupo analista sueco de valores Redeye. 'Lleva mucho tiempo en el cargo y hace falta sangre nueva para afrontar los desafíos que se presentarán ante Nokia en el futuro'.
Por lo pronto, el futuro consejero delegado de la empresa nórdica es casi un calco de Ollila. Formado en la casa, Kallasvuo ha ejercido, como su predecesor, de jefe de operaciones financieras y del área de móviles de la compañía. En un comunicado oficial recogía ayer el reto que se le presenta con su nombramiento: 'Espero con ansia ayudar a Nokia a diseñar el futuro de las comunicaciones móviles en un momento crítico para la industria'.