El Banco Mundial advierte que el acuerdo del G-8 sobre la deuda puede provocar un gran déficit
El Banco Mundial podría enfrentarse a un déficit financiero multimillonario a menos que los gobiernos donantes comprometan más dinero para garantizar la reciente propuesta del G-8 de condonar su deuda exterior a 27 países pobres. Según el Banco, los donantes deberían bien proporcionar nuevos fondos, bien asumir compromisos futuros vinculantes o condonar la deuda de forma escalonada de forma que no se vean perjudicados por esa acción otros países pobres a los que viene prestando su ayuda esa institución multilateral.
En sus recientes reuniones de Londres y Gleneagles (Escocia), el G-8 (los siete países más industrializados y Rusia) propuso la condonación inmediata de la deuda de hasta veintisiete países que cumplen los requisitos de la llamada Iniciativa de Países Muy Endeudados.
Sin embargo, según escribe hoy el diario "Financial Times", el Banco teme que los ricos países donantes que financian la Asociación Internacional de Fomento (AIF), instrumento del Banco Mundial que concede créditos blandos para el desarrollo, no garantice la reposición de los fondos que aquélla dejará de recibir debido a esa propuesta.
Según un informe de Geoff Lamb, vicepresidente del Banco Mundial responsables de ese tipo de créditos a largo plazo, el compromiso actual del G-8 de compensar al Banco por los 1.400 millones de dólares que dejará de recibir en los próximos tres años es insuficiente.
Costo adicional del 6.600 millones
La compensación por los reembolsos de créditos que no se producirán en los próximos diez años supondría actualmente un costo adicional de 6.600 millones de dólares mientras que la compensación total por el dinero que la AIF dejará de percibir en cuarenta años.
Otras opciones sugeridas por los expertos del Banco son que los donantes se comprometan firmemente a aportar dinero adicional en el futuro o que se distribuya la condonación de la deuda entre varios años de forma que se vaya anulando en las fechas de vencimiento en lugar de hacerlo de golpe.
Las organizaciones dedicadas al desarrollo han expresado su alarma por la posibilidad de que el G-8 no cumpla íntegramente su plan anunciado con bombo y platillos en la cumbre de Gleneagles. Así, para Peter Hardstaff, del Movimiento Mundial para el Desarrollo, el estudio del Banco Mundial indica "no sólo que no se cancelarán inmediata y totalmente las deudas, sino que el G-8 ni siquiera ha aportado el dinero necesario para financiar su propia propuesta".
El comité ejecutivo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional tratarán esta semana la propuesta de condonación de la deuda, que ha encontrado resistencias por parte de algunos países del propio G-8, para los que debería exigirse a los países beneficiaros el cumplimiento estricto de unas serie de condiciones.